El Progresismo y El Cuerpo como Templo: Un Enfoque Bíblico y la Discrepancia con el Progresismo

La concepción del cuerpo humano tiene raíces profundas en las creencias y valores que guían nuestras percepciones y decisiones. Desde la perspectiva del cristianismo bíblico, el cuerpo del creyente se considera un templo del Espíritu Santo, redimido por la sangre de Cristo y perteneciente a Dios. Esta visión contrasta con la conceptualización progresista del cuerpo como propiedad personal, donde la autonomía individual, especialmente en relación con decisiones sobre el propio cuerpo, prevalece. Este ensayo explorará las diferencias fundamentales entre estos enfoques y destacará cómo la Biblia presenta el cuerpo humano como parte integral de la redención divina. En el cristianismo bíblico, la noción de que el cuerpo es templo del Espíritu Santo se deriva de enseñanzas fundamentales que enfatizan la importancia de cuidar y respetar el cuerpo como morada del divino. La redención, central en la fe cristiana, abarca no solo el alma y el espíritu, sino también el cuerpo físico. La sangre de ...