La Importancia de la Ternura en el Matrimonio

 Introducción: 

En el contexto del matrimonio cristiano, la ternura y el amor no son simplemente elementos opcionales o circunstanciales, sino componentes esenciales y mandatos divinos profundamente arraigados en la doctrina del Evangelio. Este ensayo explorará la importancia de la ternura en el matrimonio, fundamentándola en las definiciones teológicas del Evangelio, la justificación, la propiciación y la redención, y demostrando cómo estas verdades bíblicas transforman y enriquecen la relación matrimonial.

Evangelio y Ternura en el Matrimonio

El Evangelio es el mensaje central del cristianismo, que proclama que Jesús es el Cristo, quien murió por nuestros pecados, resucitó triunfante, se presentó ante el Trono de la Gracia con su propia sangre y se sentó a la diestra de Dios. Este mensaje de salvación y restauración no solo ofrece una nueva relación con Dios, sino que también redefine nuestras relaciones humanas, especialmente el matrimonio. Como se menciona en Romanos 5:8, "Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros."

La ternura en el matrimonio, como reflejo del Evangelio, implica un amor sacrificial y abnegado. Así como Cristo demostró su amor por la humanidad a través de su sacrificio en la cruz, los esposos están llamados a mostrar ternura hacia sus esposas, no basándose en méritos o merecimientos, sino en obediencia al mandato divino. Este amor sacrificial se subraya en Efesios 5:25, "Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella."

Justificación y Ternura: La Base de la Relación Matrimonial

La justificación, que es la declaración de Dios de que el creyente es justo por la fe en Cristo, establece una nueva identidad y posición ante Dios. Esta justicia, que se basa en la obra redentora de Cristo, debe reflejarse en nuestras relaciones interpersonales, especialmente en el matrimonio.

Ser tierno y amoroso con la esposa es una expresión de esta justificación. No se trata de responder al comportamiento de la esposa, sino de vivir conforme a la justicia de Dios que ha sido impartida al creyente. La ternura, entonces, no es un acto condicional, sino una respuesta a la obra de Dios en nuestras vidas, una manifestación de la rectitud y fidelidad de Dios en el contexto del matrimonio. Romanos 3:24-26 declara, "siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia."

Propiciación y Ternura: La Misericordia de Dios en Acción

La propiciación, que es el acto de ser revestidos de la misericordia de Dios gracias a la sangre de Cristo, también tiene implicaciones profundas para la relación matrimonial. La misericordia recibida de Dios nos capacita para ser misericordiosos y compasivos con nuestras esposas.

La ternura en el matrimonio es una forma tangible de mostrar esta misericordia. Así como hemos sido tratados con amor y compasión por Dios, estamos llamados a tratar a nuestras esposas con la misma ternura y cuidado. Este acto de ternura es un reflejo directo de la propiciación, donde la misericordia de Dios transforma nuestra manera de relacionarnos con los demás, especialmente con aquellos más cercanos a nosotros. 1 Juan 4:10 nos recuerda, "En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados."

Redención y Ternura: Vivir Conforme a la Nueva Identidad en Cristo

La redención, que es el rescate de la esclavitud del pecado por medio de la sangre de Cristo, nos llama a vivir de acuerdo a nuestra nueva identidad en Cristo. Esta redención implica no solo una liberación del pecado, sino también una restauración a una relación correcta con Dios, lo cual debe reflejarse en nuestras relaciones matrimoniales.

La ternura hacia la esposa es una manifestación de esta redención. Al ser redimidos, hemos sido transformados y llamados a vivir conforme a la justicia de Dios. Esta transformación debe evidenciarse en la manera en que tratamos a nuestras esposas, mostrando ternura y amor incondicionales. La redención nos impulsa a vivir de manera diferente, a reflejar la justicia y el amor de Dios en todas nuestras relaciones. Colosenses 1:13-14 dice, "Él nos libró del dominio de la oscuridad y nos trasladó al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención, el perdón de los pecados."

La Ternura como Manifestación del Amor de Cristo

El mandato de ser tierno con la esposa está estrechamente relacionado con el amor de Cristo por la iglesia. La Biblia nos exhorta a amar a nuestras esposas como Cristo amó a la iglesia y se entregó por ella. Este amor sacrificial y abnegado es el estándar que se nos da, y la ternura es una expresión de ese amor.

La ternura en el matrimonio no solo mejora la relación entre los cónyuges, sino que también sirve como un poderoso testimonio del Evangelio. Cuando amamos y tratamos a nuestra esposa con ternura, estamos mostrando al mundo una imagen del amor de Cristo por su iglesia. Esta demostración tangible del Evangelio tiene el potencial de impactar a otros y atraerlos a la fe en Cristo. Efesios 4:32 nos instruye, "Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo."

El Rol Transformador de la Fe en la Ternura Matrimonial

La fe en el Cristo resucitado no solo nos justifica, sino que también nos transforma. Esta transformación se manifiesta en la manera en que tratamos a nuestras esposas. La ternura y el amor que mostramos no son simplemente el resultado de un esfuerzo humano, sino el fruto de la obra del Espíritu Santo en nuestras vidas.

El Espíritu Santo nos capacita para amar y tratar con ternura a nuestras esposas, incluso cuando es difícil. Esta capacidad sobrenatural para amar es una prueba de la redención que hemos experimentado y del poder transformador del Evangelio. La fe en Cristo nos impulsa a vivir de acuerdo a los principios del reino de Dios, donde el amor y la ternura son esenciales.

Conclusión

La ternura en el matrimonio es más que una simple recomendación; es un mandato divino que refleja nuestra obediencia a Dios y nuestra sumisión al Señorío de Cristo. Fundada en las verdades del Evangelio, la justificación, la propiciación y la redención, la ternura que mostramos hacia nuestra esposa es una manifestación tangible de la justicia de Dios en nuestras vidas. Al amar y tratar con ternura a nuestra pareja, estamos viviendo conforme a nuestra nueva identidad en Cristo, mostrando al mundo el amor y la misericordia de Dios. Esta vida transformada por la fe no solo mejora nuestras relaciones matrimoniales, sino que también sirve como un poderoso testimonio del Evangelio, atrayendo a otros a la fe en Cristo.

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