Explorando la Justicia Divina: Un Análisis Detallado de 'Dike' y 'Dikaiosune' en la Septuaginta y su Conexión con Rectitud, Fidelidad y Misericordia en el Antiguo Testamento


Introducción:

En el vasto tapiz de creencias que conforman nuestra comprensión de Dios y de su forma de actuar, la justicia se erige como un pilar esencial. Con frecuencia, la percepción común de la justicia divina se ha moldeado bajo la sombra de un concepto punitivo, donde la idea de un castigo severo ocupa el centro del escenario. No obstante, a medida que exploramos las Escrituras, desde las antiguas páginas del Antiguo Testamento hasta las revelaciones transformadoras del Nuevo, nos encontramos con una narrativa más profunda y evolucionada. Este análisis se sumerge en la distinción crucial entre dos términos griegos: "Dike" y "Dikaiosune", revelando así una perspectiva bíblica de la justicia divina que posiblemente no sea familiar para muchos.

En un contexto donde la justicia se percibe a menudo como una fuerza implacable, lista para imponer castigo, este estudio se presenta como una oportunidad para descubrir una nueva comprensión de la justicia de Dios. ¿Y si la justicia divina no fuera simplemente la balanza fría de la ley, sino algo mucho más profundo y transformador? Para aquellos que quizás no estén familiarizados con la dicotomía entre "Dike" y "Dikaiosune", esta exploración ofrece un camino hacia una comprensión más completa y reveladora.

En lugar de limitarnos a la percepción occidental de la justicia, donde la figura de "Dike" ha influido en gran medida, este análisis nos invita a descubrir la riqueza conceptual de "Dikaiosune". Es un viaje que busca cambiar la perspectiva arraigada, explorando pasajes clave y revelando cómo la justicia divina, lejos de ser  punitiva, se manifiesta como una fuerza redentora y restauradora. Este es un llamado a considerar una cosmovisión diferente de la justicia divina, una que va más allá de la simple retribución y que revela la esencia misma de Dios como el portador de una justicia que busca redimir, restaurar y manifestar amor y fidelidad hacia su creación.


El Sentido Hebreo de Dikaiosune en el Antiguo Testamento

Es crucial reconocer que nuestro análisis detallado de "Dikaiosune" no se trata simplemente de desentrañar su significado griego, sino de comprender su equivalente hebreo. En el contexto del Antiguo Testamento, la Septuaginta, la versión griega de las Escrituras hebreas, utiliza "Dikaiosune" como una traducción para varias palabras hebreas, siendo la principal de ellas "Tsedaka" (Rectitud).

La importancia de este análisis radica en la comprensión del sentido hebreo subyacente. Cuando hablamos de "Dikaiosune", no estamos simplemente explorando el significado intrínseco de la palabra griega, sino desentrañando cómo los hebreos entendían y expresaban conceptos fundamentales a través de sus propias palabras. En este caso, "Dikaiosune" se convierte en una ventana a la riqueza conceptual de términos hebreos como "Tsedaka", “Jesed” y “Emmunáh”.

Por lo tanto, independientemente de la etimología específica de "Dikaiosune" en griego, nuestro enfoque se dirige a descubrir el matiz y la profundidad de la idea que los escritores hebreos intentaban transmitir al seleccionar "Dikaiosune" como su equivalente en la Septuaginta. Es una empresa que nos lleva a la raíz misma del pensamiento hebreo y nos permite entender cómo ellos conceptualizaban la rectitud divina, la fidelidad y la justicia.

Si bien hemos examinado detenidamente el concepto de Dikaiosune, es crucial dirigir nuestra atención a la palabra hebrea que este término griego traduce. Todo análisis de Dikaiosune busca comprender el matiz hebreo subyacente y no simplemente su significado en griego, ya que su función principal es traducir términos hebreos en el Antiguo Testamento. En este contexto, la etimología de la palabra griega Dikaiosune se vuelve secundaria, ya que estamos explorando el significado que los hebreos le asignaron al utilizarla como traducción para diversas palabras en hebreo.

Por otra parte, al explorar el significado de la palabra 'Dike', es fundamental comprender su contraparte hebrea y cómo se traduce en el Antiguo Testamento. Aunque su raíz etimológica griega es valiosa, la clave para desentrañar su verdadero significado en el estudio de la Biblia reside en las palabras hebreas que representa. El análisis de 'Dike' se vuelve significativo cuando observamos qué términos hebreos intenta reflejar. En este contexto, el enfoque no está en la etimología griega, sino en cómo los hebreos usaron 'Dike' para traducir una variedad de palabras hebreas. Así, el objetivo es comprender la riqueza conceptual que 'Dike' aporta al contexto hebreo y la cosmovisión que implica en el Antiguo Testamento.

En resumen, nuestro análisis de "Dikaiosune" es una puerta de entrada para explorar el significado hebreo subyacente que se encuentra detrás de esta palabra griega. Nos invita a considerar la riqueza conceptual de términos hebreos específicos que fueron traducidos por "Dikaiosune" en la Septuaginta, permitiéndonos adentrarnos en la cosmovisión y la comprensión del mundo de los escritores hebreos del Antiguo Testamento.

La Importancia del Tema para Entender a Pablo

En el corazón mismo del Evangelio, el apóstol Pablo nos insta a reflexionar sobre la naturaleza de la justicia divina. En Romanos 1:17, encontramos la declaración audaz de que "en el evangelio la justicia de Dios se revela". Pero, ¿cómo entendemos esta justicia? Con frecuencia, las palabras de Pablo, especialmente aquellas relacionadas con la justicia, se han interpretado desde la perspectiva de "Dike", una figura que evoca juicio, ira, retribución y una actitud vengativa.

Este análisis busca desafiar la concepción común arraigada en la idea de "Dike" al considerar la riqueza conceptual de otro término griego: "Dikaiosune". A través de la lente de "Dikaiosune", la justicia divina deja de ser una fuerza punitiva, castigadora o vengativa, y se revela como una fuerza redentora, restauradora y profundamente relacionada con la fidelidad y la misericordia de Dios. Esto cobra mayor realce al considerar que cuando Pablo habla de justicia, utiliza la palabra griega "Dikaiosune".

A medida que exploramos las Escrituras, teniendo en mente los escritos de Pablo, este estudio busca desafiar nuestras concepciones arraigadas y abrir un espacio para una nueva cosmovisión bíblica de la justicia de Dios. ¿Qué sucede si la justicia de Dios proclamada por Pablo, especialmente en Romanos 1:17, no es un acto de juicio vengativo, sino un acto de fidelidad a Su Palabra, expresión de Su amor redentor y expresión de Su gracia?

Esta indagación nos impulsa a explorar una perspectiva transformadora de la justicia de Dios, tal como se revela en el mensaje central del Evangelio. A través de esta exploración, se busca abrir un espacio para una nueva cosmovisión bíblica de la justicia de Dios, desafiando nuestras percepciones arraigadas en occidente y revelando la esencia transformadora de la justicia divina, tal como se revela en el Evangelio.


 En Búsqueda de la Justicia de Dios

Desde la perspectiva de la Abogacía, sustentada en los escritos de filósofos griegos y arraigada en la herencia del escolasticismo, se argumenta que el origen de la palabra Justicia y/o Rectitud (Dikaiosune) se encuentra en la palabra griega Dike (δικη). Sin embargo, esta interpretación, influenciada por una mala comprensión de la etimología, ha tenido un impacto negativo en la lectura e interpretación de las Escrituras, especialmente entre los traductores y defensores de las Escrituras desde la Reforma. A continuación, se exploran las razones por las cuales asociar la Justicia y/o Rectitud de Dios con Dike ha resultado perjudicial para una comprensión más profunda de las Escrituras.

 

En primer lugar, la conexión entre Justicia y Dike ha llevado a una visión restrictiva de la Justicia divina, limitándola a una perspectiva legalista y punitiva. Este enfoque legal, heredado de la filosofía griega y el escolasticismo, ha tendido a conceptualizar la Justicia de Dios como un conjunto de leyes y normas que imponen castigos en caso de violación de dichas normas. Esta reducción ha marginado la riqueza y la amplitud de la Justicia divina, obviando sus dimensiones misericordiosas, restauradoras y redentoras presentes en las Escrituras.

 

En segundo lugar, la asociación con Dike ha llevado a una interpretación estática de la Justicia de Dios, como si fuera una entidad inmutable y rígida, desvinculada de la dinámica relacional y redentora que se presenta en las Escrituras. Esta perspectiva puede conducir a una comprensión estática de la relación entre Dios y la humanidad, alejándose de la idea de una Justicia que busca la restauración y la reconciliación más allá de la mera imposición de normas.

 

En tercer lugar, la mirada distorsionada de la etimología ha propiciado una separación entre la Justicia y la Misericordia, creando una dicotomía artificial entre dos atributos divinos que, en realidad, están intrínsecamente entrelazados en las Escrituras. Este enfoque dualista ha llevado a malinterpretaciones y ha obstaculizado la comprensión integral de la acción redentora de Dios, que se revela a través de la interconexión entre su justicia, su misericordia y su fidelidad.

 

En contraposición, una lectura más profunda de la Septuaginta y la comprensión de los términos hebreos originales revelan que la Justicia de Dios, en su pleno significado, va más allá de la simple aplicación de leyes y castigos. La dikaiosune divina, como se presenta en las Escrituras, implica rectitud, misericordia, fidelidad y, crucialmente, una dimensión redentora y restauradora.

 

Al liberar la interpretación de la Justicia de Dios de la restricción de una falsa etimología y acercarse a la riqueza semántica de los términos originales, se abre la puerta a una comprensión más completa y enriquecedora de la naturaleza divina. Esto permite captar la plenitud de la Justicia de Dios como una fuerza activa y redentora que busca la restauración y la reconciliación, y que va más allá de las limitaciones impuestas por una perspectiva legalista y de una etimología distorsionada.

 

¿Dikaiosune Deriva de Dike?

Es esencial comprender las palabras hebreas traducidas como Dike en la LXX. ¿Qué palabras hebreas del Antiguo Testamento se tradujeron hacia Dike en la LXX?. El propósito de este trabajo es buscar el sentido original que tenía la palabra Dike, para posteriormente compararlo con el uso de la palabra Dikaiosune. 

La palabra Dike se utiliza para traducir 5 palabras del hebreo, apareciendo en total 17 veces en la Septuaginta. (Mounce, W.D. Mounce´s Complete Expository Dictionary of Old & New Testament. Grand Rapids. Zondervan. 2006):

1.       Rib (רִיב ) -Lamentaciones 3:58; Job 33:13; Job 29:16; Salmos 35:23; 43:1; 74:22; Amos 7:4; Miqueas 7:9 -     Según Mounce. corresponde a [8191] alegato o causa legal (Pag 1041).  

2.       Nacám  (נָקַם) -Éxodo 21:20; Levítico 26:25; Deuteronomio 32:41; Deuteronomio 32:43; Ezequiel 25:12-. Según Mounce  corresponde a [5933] venganza o castigo (Pag 997). 

3.       Din   ( דִּין ) -Salmos 9:4; Salmos 140:12-. Según Mounce   corresponde a [1907]  caso o causa legal.

4.       Áyin (דבריך) - Oseas 13:14 -. Según Mounce  corresponde a [1822] plaga, pestilencia . 

5.       Kjarúts12 (החרוץ) -Joel 3:14-. Según Mounce  corresponde a [3022] trinchera, zanja, foso, una defensa militar. En Joel hay un juego de palabras en el hebreo entre Kjarôn y Kjarúts. Al comparar con Éxodo 32:12 «Desiste del ardor de tu ira [kjarôn].  En donde se usa Kjarôn (מחרון) Según Mounce corresponde a [3019] “ardiente ira” (Pag 940). En la RV 60, en Joel 3:14 traduce la palabra hebrea Kjarúts  como "Decisión", pero en la LXX lo traduce como Dike, enfatizando la idea original del juego de palabras del Hebreo como "Destrucción" o "Ardiente ira".

 

En el contexto de la Septuaginta (LXX), se puede argumentar que "Dike" se utiliza en situaciones que implican retribución y castigo, particularmente en relación con los enemigos de Dios y de Su pueblo. A continuación, se presentan argumentos que respaldarían esta perspectiva:

1. Orígenes Mitológicos y Asociaciones Negativas: Se podría señalar que los orígenes mitológicos de Dike en la mitología griega, como hija de Temis y Zeus, la vinculan estrechamente con la aplicación de castigos y represalias a aquellos que transgreden las leyes divinas. Esta conexión mitológica podría influir en la elección de la palabra "Dike" en la LXX para expresar conceptos relacionados con la venganza, la causa en contra y la acusación. 

2. Uso en Contextos de Juicio Divino: Se podría argumentar que "Dike" se emplea en la LXX en contextos de juicio divino, donde Dios toma medidas punitivas contra aquellos que han actuado en contra de Sus mandamientos o en contra de Sus acciones redentoras. Esta elección léxica reflejaría la naturaleza retributiva de Dike en tales situaciones.

3. Traducción de Términos Hebreos Específicos: Se podría destacar que, al traducir términos hebreos que conllevan significados de venganza, causa en contra, ira y acusación, los traductores de la LXX prefirieron utilizar "Dike". Esto sugeriría una intención deliberada de transmitir la idea de venganza, retribución y/o castigo en estas instancias.

4. Contraste con "Dikaiosune":Se podría argumentar que la elección de "Dike" en lugar de "Dikaiosune" en ciertos contextos refleja una distinción semántica deliberada, reservando la primera para expresar la actuación de la Ira de Dios en términos punitivos, mientras que la segunda se utiliza para connotar rectitud, misericordia y fidelidad, todo esto a favor del pueblo de Dios.

5. Coherencia con la Teología del Antiguo Testamento: Se podría sugerir que el uso de "Dike" en situaciones de retribución se alinea con la teología del Antiguo Testamento, donde Dios a menudo castiga a aquellos que se apartan de Sus mandamientos o se oponen a Su actividad redentora. Esta elección léxica sería coherente con la representación divina en las Escrituras hebreas.

En resumen, estos argumentos explican el uso de "Dike" en la LXX  en contextos adversos y punitivos, específicamente en relación con los enemigos de Dios y de Su pueblo, en contraposición al uso  favorable de "Dikaiosune" para expresar la rectitud, misericordia y fidelidad divina y la benevolencia hacia el pueblo escogido. 

Es importante recordar que esta interpretación ha requerido un análisis cuidadoso de cada pasaje en la que aparece en la LXX tanto Dike como Dikaiosune.

En el contexto de la Septuaginta (LXX), la palabra "Dike" se utiliza consistentemente en situaciones que implican juicio divino y retribución, especialmente cuando se compara con el uso de "Dikaiosune" en contextos más favorables hacia el pueblo de Dios.  

En la mitología griega, Dike emerge como una figura vinculada estrechamente a la aplicación de la ley y la retribución, siendo una de las hijas de Temis y Zeus. Su representación incluye una espada que emplea para herir y traspasar a aquellos que transgreden las leyes divinas de sus padres, específicamente las leyes representadas por Temis. Este simbolismo mitológico resalta la naturaleza punitiva y retributiva asociada con Dike.

En el marco de la Septuaginta, la elección de traducir palabras hebreas específicas como "Dike" refuerza la idea de un juicio divino implacable contra aquellos que se sitúan como enemigos de Dios y de Su pueblo. Esta elección léxica se evidencia, por ejemplo, al considerar términos hebreos como "venganza," "causa" y "acusación", los cuales son consistentemente traducidos por "Dike" en la LXX. Estos términos denotan acciones legales y judiciales que sugieren una respuesta divina severa hacia aquellos que se oponen a la voluntad de Dios.

Un caso interesante para analizar es el juego de palabras presente en Joel 3:14, donde la palabra hebrea "Kjarúts" (כָּרוּץ), que Mounce relaciona con "Decisión" (Pag 940), es traducida como "Dike" en la LXX. Este cambio resalta la intención original del juego de palabras en el hebreo, donde se contrasta con "Kjarôn" (מַחֲרוֹן) que se asocia con "ardiente ira". En este contexto, la elección de "Dike" en lugar de una traducción más neutra destaca la conexión entre la decisión y la destrucción, enfatizando la inevitabilidad del juicio divino contra aquellos que han provocado la ira de Dios.

En contraste, la palabra "Dikaiosune" se utiliza consistentemente para expresar la rectitud, misricordia y fidelidad divina y para mostrar gracia hacia el pueblo escogido de Dios. Esta distinción lexical entre "Dike" y "Dikaiosune" en la LXX subraya la dualidad en la acción divina: retribución en contra los enemigos y benevolencia misericordiosa hacia Su pueblo.

 

En resumen, el uso de "Dike" en la LXX refleja una tendencia a situarse "en contra de" los opositores de Dios, enfatizando la retribución divina y el juicio, en contraposición a la inclinación más positiva y favorable de "Dikaiosune" hacia el pueblo de Dios. Este análisis sugiere una distinción deliberada en la elección léxica para transmitir matices específicos en el mensaje teológico de la Septuaginta.

 

Dike, la diosa de la justicia en la mitología griega, se caracterizaba por actuar "en contra", aplicando retribución a aquellos que violaban las reglas establecidas por sus padres, Zeus y Temis. Esta orientación punitiva se refleja de manera notable en la Septuaginta (LXX), donde se asocia a Dike con la ira divina dirigida hacia los enemigos del pueblo del Señor, considerados, por ende, enemigos de Dios.

En el contexto de la mitología griega, Dike ostenta a Zeus y Temis como sus progenitores. Este linaje mitológico enfatiza la conexión intrínseca entre la retribución y las leyes divinas, consolidando la imagen de Dike como la ejecutora del "juicio" divino en respuesta a las transgresiones.

Una faceta intrigante de esta mitología es la relación entre Dike y Dikaiosune. Según la tradición griega, Dike sería la madre de Dikaiosune, una entidad divina de la rectitud, lealtad y fidelidad. Sin embargo, en la Septuaginta, la palabra Dikaiosune se utiliza para traducir principalmente el término hebreo tsedaca (צדקה), una palabra que, en el contexto del judaísmo moderno, sostiene las relaciones de misericordia y lealtad entre individuos, a menudo utilizada casi como sinónimo de "gracia".

Este uso de Dikaiosune en la LXX para traducir tsedaca añade una capa adicional de significado, ya que no solo denota la rectitud y lealtad divina, sino que también se asocia con la idea de gracia y misericordia. Esta interpretación ampliada de la palabra refleja una comprensión más holística de la relación entre Dios y Su pueblo, alejándose de la conceptualización occidental tradicional de la justicia divina en términos punitivos, acercándose a entenderla a partir de la benevolencia y la gracia que Dios extiende hacia aquellos que buscan cumplir con Su voluntad.

En resumen, la dualidad entre Dike y Dikaiosune, tanto en la mitología griega como en la LXX, ofrece una mayor comprensión de ambos conceptos, destacando para Dike su aspecto punitivo en la retribución contra los enemigos, así como Dikaiosune de destaca en su dimensión benevolente expresada a través de la gracia y la misericordia.

 

En la Septuaginta, la palabra "Dikaiosune" experimenta una transformación significativa al ser utilizada para traducir el término hebreo "Tsedaca". Este uso en la traducción no solo implica una transición lingüística, sino que también conlleva una redefinición conceptual, elevando "Dikaiosune" a un nivel más profundo al intentar capturar la esencia misma de Dios. Este proceso de resignificación refleja la complejidad y riqueza de los términos bíblicos en su migración de una lengua a otra.

Lo que resulta aún más asombroso es que "Dikaiosune" no solo se emplea para traducir "Tsedaca" (rectitud) sino que también se utiliza en la Septuaginta para representar otra palabra hebrea que es fundamental para definir la esencia divina: "Misericordia" (khesed en hebreo, בחסד). Este uso dual de "Dikaiosune" revela una profunda interconexión entre la justicia y la misericordia en la comprensión de la naturaleza divina.

No obstante, la sorpresa no termina ahí, ya que "Tsedaca" no solo se traduce al griego como "Dikaiosune", sino también como "Éleos" (Misericordia) y "Aletheia" (Fidelidad). Este fenómeno lingüístico subraya la riqueza semántica de la palabra hebrea "Tsedaca" y cómo su significado se despliega en diversas dimensiones cuando se expresa en griego. "Éleos" destaca la compasión y bondad divina, mientras que "Aletheia" resalta la fidelidad y verdad inherente a la esencia de Dios.

Esta multiplicidad de traducciones revela un esfuerzo profundo por capturar la complejidad de los conceptos bíblicos y transmitir la riqueza teológica en la que estos términos están imbuidos. La elección de utilizar términos como "Dikaiosune," "Éleos," y "Aletheia" para traducir una sola palabra hebrea indica la comprensión de que la realidad divina no puede ser encapsulada en un solo término. Cada uno de estos términos aporta matices únicos a la expresión de la naturaleza divina, contribuyendo a la construcción de un tapiz teológico más amplio y complejo en la Septuaginta.

En la Septuaginta, la metamorfosis de la palabra "Dikaiosune" al ser empleada para traducir el término hebreo "Tsedaca" no solo implica un cambio lingüístico, sino que también conlleva una profunda redefinición conceptual. Este proceso no se limita a una simple transferencia de significados, sino que resalta de manera impresionante el carácter redentor, restaurador, salvador y liberador de la actuación de la "Tzedaka" de Dios en el Antiguo Testamento, cuestión que se ve expresada tambien en el Nuevo Testamento a través del uso de la palabra griega "Dikaiosune".

El concepto de "Tsedaka" en la tradición hebrea no solo denota rectitud, sino que está intrínsecamente vinculado a una relación activa y fiel que Dios establece con Su pueblo. Es una expresión de la fidelidad de Dios hacia esta relación, manifestándose como un acto redentor que busca restaurar y liberar a aquellos que están en relación con Él. Este matiz relacional, donde la "Tzedaka" es la fidelidad a la relación establecida, es esencial para comprender la riqueza teológica que subyace en el Antiguo Testamento.

Asombrosamente, esta riqueza conceptual se transvasa a la palabra griega "Dikaiosune" en la Septuaginta. Más que una simple traducción, "Dikaiosune" se convierte en el vehículo que transporta la profundidad de significados asociados con la "Tzedaka". La "Dikaiosune" divina, por ende, no se limita a la rectitud abstracta, sino que adquiere la dimensión redentora y liberadora inherente a la "Tzedaka" hebrea.

Este proceso lingüístico revela cómo la "Tzedaka" de Dios en el Antiguo Testamento no es simplemente una lista de acciones justas, sino un compromiso relacional, un pacto salvador y un acto redentor que busca restaurar y liberar a aquellos que han entrado en relación con Él. La elección de términos como "Dikaiosune" para expresar estos conceptos no es accidental, sino que refleja la conciencia de los traductores de la riqueza teológica que se encuentra en la esencia misma de la "Tzedaka".

En resumen, la "Dikaiosune" en la Septuaginta se erige como más que una traducción; es un puente semántico que conecta las raíces conceptuales de la "Tzedaka" hebrea con la expresión griega, resaltando su carácter relacional, redentor, restaurador, salvador y liberador en la revelación divina en ambas lenguas.

En la Septuaginta, la riqueza conceptual de la palabra hebrea "Tsedaka" se manifiesta en varias traducciones griegas que trascienden la mera justicia abstracta. La conexión entre la "Misericordia" en hebreo (חֶסֶד, khesed) y su traslado al griego como "Dikaiosune" en la LXX es particularmente reveladora, evidenciando cómo la expresión de la gracia divina y la lealtad hacia Su pueblo se entrelazan con la idea de justicia.

En pasajes como Génesis 19:19, Génesis 20:13, Génesis 21:23, Génesis 24:27, Génesis 32:10, Génesis 15:13, Éxodo 34:7 e Isaías 63:7, la traducción de "Misericordia" como "Dikaiosune" en la LXX enfatiza que la benevolencia y la gracia divina están intrínsecamente relacionadas con la justicia redentora y restauradora de Dios.

Además, la palabra hebrea "Emet" (Fidelidad y/o Verdad), representada por δικαιοσύνη (Dikaiosune) en la LXX en Genesis 24:49, Éxodo 18:21, Josué 24:14, Isaías 38:19, Isaías 39:8, Ezequiel 18:87, y Daniel 8:12, subraya cómo la fidelidad y la verdad divina se integran en la comprensión de la justicia.

Por otra parte, la traducción de "Tsedaka" como "Eleomosune" (Misericordia) en Deuteronomio 6:25, Deuteronomio 24:13, Salmos 24:5, Salmos 33:5, Salmos 103:6, Isaías 1:27, Isaías 28:17, Isaías 56:1, Isaías 59:16, Daniel 9:16, Ezequiel 18:19 y Ezequiel 18:21 refleja cómo la justicia divina se manifiesta como una misericordia redentora y liberadora hacia aquellos que están en relación con Dios.

La traducción de "Tsedaka" como "Eufrosune" (Alegría) en Isaías 61:10 subraya que la actuación de la justicia divina es causa de regocijo y gozo para aquellos que experimentan la redención.

Finalmente, en Jeremías 51:10, donde "Tsedaka" se traduce como "Juicio a Favor", se resalta cómo la justicia de Dios se inclina hacia el lado positivo, abogando por aquellos que buscan Su rectitud.

Estos ejemplos en la LXX revelan una compleja red semántica que abarca la justicia divina como un fenómeno relacional, redentor, restaurador, salvador y liberador, mostrando cómo los diversos matices de "Tsedaka" se trasvasijan a conceptos como "Dikaiosune," "Eleomosune," "Eufrosune," y "Juicio a Favor" en la expresión griega. 

En la fascinante mitología griega, Dike se presenta como la deidad que empuñaba una espada desenvainada en una mano y sostenía una balanza en la otra, como símbolos visibles de su función como administradora de la justicia. Este intrigante retrato de Dike, que se encuentra en diversas fuentes, incluyendo el trabajo de Ramirez Salazar en "La dama de la justicia y su representación en el séptimo arte," resalta la dualidad de su papel divino: la capacidad de castigar con la espada y la imparcialidad representada por la balanza.

 

A lo largo del tiempo, la representación icónica de Dike ha evolucionado. Mientras que en la antigua Grecia se comparaba su mirada con la del águila, un símbolo de agudeza visual y percepción, durante el Renacimiento, la imagen de Dike se transformó al añadirle una venda en los ojos. Este cambio visual, detallado por Gonzalez Garcia en "La mirada de la Justicia: Ceguera, venda en los ojos, velo de ignorancia," simboliza la imparcialidad y la objetividad de la justicia, ya que la diosa no se deja llevar por prejuicios visuales.

En el contexto mitológico, Dike, siendo la hija de Zeus, mantenía una estrecha relación con su padre celestial. Su conexión era tan fuerte que ella se convertía en la ejecutora de las órdenes divinas, utilizando su espada para infligir castigo a aquellos mortales que violaban las leyes establecidas. Sin embargo, curiosamente, no se abunda en la relación que Zeus mantenía con su nieta Dikaiosune, la cual, según la mitología, personificaba la rectitud y la justicia equitativa.

Esta dinámica familiar mitológica griega arroja luz sobre las complejidades de la divinidad griega, donde la justicia, personificada en Dike, se presenta como un instrumento de castigo guiado por la voluntad divina. La evolución de las representaciones visuales de Dike a lo largo del tiempo también refleja la metamorfosis conceptual de la justicia y su búsqueda de imparcialidad en la percepción humana.

Por otro lado, en el contexto hebreo, se observa una marcada diferencia en la relación divina expresada en las Escrituras, donde la conexión cercana del Dios de los hebreos no se establece con la palabra "Dike", sino más bien con "Dikaiosune". Esta distinción se evidencia claramente en el Antiguo Testamento, donde el término "Dike" se emplea para referirse a la espada de la "venganza" de Dios, como se registra en la LXX de Levítico 26:25, que dice: "μαχαιραν εκδικουσαν δικην διαθηκης" (una espada vengadora para cumplir el pacto). También se utiliza para describir la retribución en contra de aquellos que aborrecen al Señor, como se encuentra en la LXX de Deuteronomio 32:41, que declara: "ανταποδωσω δικην τοις εχθροις" (daré retribución a mis enemigos).

Esta elección de vocabulario revela la concepción hebraica de la retribución divina, donde "Dike" se asocia directamente con la ejecución de la venganza y la expresión de la ira divina en contra de aquellos que se oponen a la voluntad del Señor. En contraste, el término "Dikaiosune" se convierte en el lenguaje que encapsula la relación íntima entre Dios y su pueblo, subrayando la rectitud, la justicia, la misericordia y la fidelidad del Señor hacia aquellos que lo siguen.

En este sentido, la elección del lenguaje no es arbitraria; más bien, refleja la comprensión profunda que los hebreos tenían de la relación divina y cómo concebían la aplicación de los juicios por parte de su Dios. La divina "Dikaiosune" se presenta como un atributo integral de la relación de pacto entre Dios y su pueblo, enfocándose en la rectitud, la misericordia y la fidelidad divinas que conducen a la protección y la bendición para aquellos que siguen sus mandamientos.

En efecto, la presencia de "Dike" en el contexto hebreo revela su conexión intrínseca con la idea de "acusación" y el "juicio ejecutado" contra los hombres, especialmente los enemigos de Dios. Un ejemplo claro de esto se encuentra en Amós 7:4 de la LXX, donde "Dike" se utiliza para traducir términos hebreos que denotan venganza, acusación, ejecución de juicio y hasta el concepto de "matanza". Esta utilización específica resalta la función punitiva y retributiva asociada con la condena que viene de Dios.

La versatilidad de "Dike" al traducir términos hebreos con matices de venganza y castigo refuerza la imagen de Dike como un acto de retribución y vindicación. La palabra, al ser empleada en contextos que evocan juicio y ejecución, subraya la naturaleza implacable del justo juicio de Dios, especialmente en situaciones donde la maldad y la rebeldía son evidentes.

Esta concepción de "Dike" como la fuerza que lleva consigo la venganza y la ejecución de juicio no solo destaca la seriedad con la que se toma la transgresión divina, sino también cómo la venganza divina se percibe como una fuerza activa que persigue y castiga a aquellos que se oponen a la voluntad de Dios.

Por otra parte, en las Escrituras del Antiguo Testamento, el título divino de "Dios de Dikaiosune", o Dios de Justicia, resuena como una afirmación fundamental sobre la naturaleza divina. Isaías 56:1 proclama que será la "Dikaiosune" de Dios la que se revelará cuando el Mesías aparezca, señalando hacia una manifestación divina de rectitud, misericordia, fidelidad y justicia que trasciende las limitaciones humanas.

Este énfasis en la justicia divina es retomado por el apóstol Pablo en el Nuevo Testamento. En Romanos 1:17, Pablo destaca que fue la "justicia de Dios" (Dikaiosune) la que se reveló con la resurrección de Cristo. Este acto redentor, según la perspectiva de Pablo, fue la manifestación suprema de la justicia divina, marcando un hito en la historia de la salvación.

Además, para Pablo, el concepto de "Dikaiosune" no solo es central en la obra redentora de Cristo, sino que también juega un papel fundamental en la comprensión del Reino de Dios. En Romanos 14:17, Pablo expone que el Reino de Dios se caracteriza por la "Justicia" (Dikaiosune), la paz y el gozo. Esta formulación trinitaria refleja la importancia que la justicia divina tiene en la visión de Pablo sobre la realidad del Reino de Dios en la experiencia humana.

Incluso Jesús, en sus enseñanzas registradas en Mateo 6:33, insta a buscar primero el Reino de Dios y su justicia (Dikaiosune). Esta exhortación revela la conexión intrínseca entre la búsqueda de la justicia divina y la participación en el Reino de Dios, sugiriendo que la "Dikaiosune" divina no solo es una cualidad abstracta, sino una realidad práctica que los seguidores de Jesús deben perseguir activamente.

En resumen, la "Dikaiosune" se presenta como un concepto unificador a lo largo de las Escrituras, desde el Antiguo Testamento hasta el Nuevo, marcando la esencia misma de Dios y desempeñando un papel esencial en la obra redentora y en la vivencia cotidiana del Reino divino.

 

La ascendencia de "Dikaiosune" sobre "Dike" en el contexto divino no solo implica un cambio en la jerarquía simbólica, sino que también revela la riqueza conceptual que "Dikaiosune" aporta a la comprensión de la esencia divina. En las Escrituras, "Dikaiosune" se posiciona no solo como una palabra clave sino como una de las piedras angulares junto con Fidelidad, Misericordia y/o Amor, para definir la esencia misma de Dios.

Esta inclusión de "Dikaiosune" en el conjunto selecto de términos que caracterizan a Dios destaca la importancia de la rectitud divina en la revelación divina. Más que simplemente representar una virtud aislada, "Dikaiosune" emerge como un concepto que abraza la totalidad de la relación entre Dios y la humanidad. Se convierte en un descriptor integral de la conducta divina, destacando la justicia, la rectitud y la fidelidad que caracterizan la relación redentora entre Dios y su pueblo.

La elección de "Dikaiosune" para definir la esencia de Dios implica un énfasis en la justicia divina entendida como una expresión relacional de fidelidad y amor redentor. Este enfoque sugiere que la rectitud de Dios se manifiesta en la búsqueda activa de restauración, reconciliación y salvación para aquellos que buscan al Señor.

En este sentido, la supremacía de "Dikaiosune" no solo implica un cambio de paradigma en la cosmología divina, sino que también revela una comprensión más profunda de la relación entre Dios y la humanidad, destacando la integralidad de la justicia divina en el contexto del amor, la fidelidad y la misericordia.

Es esencial recalcar que en la cosmovisión hebrea, es "Dikaiosune" y no "Dike" quien adquiere el papel preeminente en la definición de la esencia de Dios. En este contexto, "Dikaiosune" experimenta una resignificación que la eleva al primer lugar de importancia en el lenguaje de la Septuaginta, junto a términos como Misericordia y Fidelidad. Dentro del mundo hebreo de las Escrituras, "Dikaiosune" se convierte en una palabra relevante y definitoria de la propia naturaleza divina.

Esta transición de importancia resalta la transformación del significado de "Dikaiosune" en la comprensión hebrea. Ya no se ve como la "hija" de "Dike", ni está subordinada a ella. Más bien, "Dikaiosune" emerge como un concepto autónomo y fundamental que define la relación entre Dios Consigo Mismo y entre Dios con su pueblo. En este marco hebreo, "Dikaiosune" se erige como un agente activo que opera a favor de los fieles, protegiéndolos de cualquier acusación, castigo o venganza ("Dike") que pudiera estar en su contra.

Esta dinámica resalta la naturaleza redentora y protectora de "Dikaiosune" en la cosmovisión hebrea. En lugar de ser un concepto pasivo o meramente legal, "Dikaiosune" se convierte en la manifestación activa de la justicia divina, actuando siempre a favor de los creyentes y asegurando su protección contra cualquier juicio o condena. Esto subraya la interacción relacional entre Dios y su pueblo, donde la justicia divina se manifiesta como una fuerza activa y redentora que trabaja a favor de aquellos que buscan al Señor.

En la visión hebrea, "Dikaiosune" ocupa un lugar superior a "Dike". Es "Dike" la que se somete a la "Dikaiosune" de Dios. Dentro de las Escrituras hebreas, "Dikaiosune" siempre se manifiesta a favor de los fieles y nunca se utiliza en contra del pueblo de Dios. En cambio, "Dike" siempre actúa en contra de aquellos que se oponen al actuar divino, y nunca se emplea de manera positiva.

Los oprimidos que claman a Dios son quienes experimentarán la "Dikaiosune" de Dios, pero esta misma "Dikaiosune", como consecuencia del acto redentor a favor de los redimidos, se manifestará como "Dike" (ira, castigo, venganza) en contra de los opresores del pueblo de Dios. La centralidad de la palabra "Dikaiosune" radica en que cuando esta actúa, lo que se revela es la Fidelidad de Dios a sus promesas, a sus dichos. Esta Fidelidad está arraigada en el Amor de Su Propio Nombre y todo ello para la Gloria de Dios.

Así, "Dikaiosune" se presenta como un concepto redentor y restaurador en la cosmovisión hebrea. Su actuación se vincula estrechamente con la fidelidad divina a las promesas, revelando la naturaleza amorosa de Dios. Aunque esta manifestación de justicia colateralmente puede experimentarse como juicio ("Dike") para los oponentes de Dios, su núcleo, su propósito y su esencia fundamental es restaurativa, revelando la fidelidad y el amor de Dios hacia su pueblo. Todo esto, finalmente, se traduce en la manifestación de la Gloria de Dios.

En conclusión, la "Dikaiosune" de Dios se manifiesta de manera específica en el Evangelio, según lo afirmado por Pablo. Esta justicia divina se revela en la resurrección de Cristo de entre los muertos, destacando así la redentora y restauradora naturaleza de la "Dikaiosune" en contraposición a "Dike". Mientras que la "Dikaiosune" se manifiesta en la resurrección como misericordia, fidelidad, lealtad, alegría, y, por supuesto, justicia y/o rectitud, "Dike" es revelada cuando la ira de Dios se manifieste en contra de los injustos y los enemigos de Dios.

La frase "la Dikaiosune de Dios se revela en el Evangelio" se encuentra en Romanos 1:17, una cita que proviene de Isaías 56:1. Considerando el análisis presentado, se puede entender que la misericordia, fidelidad, lealtad, alegría y justicia o rectitud de Dios se manifiestan en la resurrección de Cristo, abarcando así diversos aspectos de la relación redentora de Dios con la humanidad.

Todas estas palabras se utilizan en el griego de la Septuaginta para traducir la palabra hebrea "Tsedaká", siendo sinónimos de la palabra "justicia" cuando se traduce al griego como "Dikaiosune". Por lo tanto, al encontrarse con la palabra "justicia" en el Nuevo Testamento, se debe considerar esta diversidad de significados desde la perspectiva expuesta.

La estrecha relación entre justicia y salvación en el Antiguo Testamento es comparable únicamente con la estrecha relación existente entre la gracia y la salvación en el Nuevo Testamento, destacando así la coherencia y continuidad de la obra redentora de Dios a lo largo de las Escrituras.

La "Dikaiosune" de Dios no se caracteriza por su severidad ni exige la muerte de aquellos que pecan. En la Biblia, los conceptos de justicia, misericordia y fidelidad son esencialmente sinónimos. La justicia divina no se presenta como una imposición punitiva, sino que, en su esencia, se revela a través de su acción redentora.

La justicia de Dios está estrechamente vinculada a su fidelidad hacia su Palabra y su amor por su propio Nombre. No se deriva simplemente de la ley, sino que se manifiesta en la misericordia divina. La comprensión de la justicia divina va más allá de la aplicación legalista, destacando la coherencia entre los actos redentores de Dios y su compromiso fiel con lo prometido.

En lugar de ser una acción punitiva, la "Dikaiosune" de Dios se revela como restauradora, salvadora y liberadora. Su actuación se basa en la misericordia y refleja la coherencia entre sus dichos y sus hechos. En este contexto, la justicia divina se convierte en un acto relacional, donde la fidelidad de Dios hacia su pueblo se manifiesta en su acción redentora y amorosa.

La "Dikaiosune" de Dios tiene como propósito fundamental la redención y salvación de su pueblo. Se cuestiona la asociación de la justicia divina con la venganza, término representado por la palabra griega "Dike". Para respaldar esta perspectiva, se presentan evidencias tanto lingüísticas como contextuales.

En el contexto lingüístico, la palabra "Dike" se utiliza en la Septuaginta para traducir términos hebreos que conllevan significados de venganza, acusación y ejecución de juicio. Este uso específico de la palabra resalta una conexión más estrecha con la retribución y el castigo. Por otro lado, la "Dikaiosune" de Dios, utilizada en las Escrituras, se orienta hacia la restauración y redención, evidenciando una diferencia significativa en su aplicación.

Desde un punto de vista contextual, se puede observar que la justicia de Dios, entendida como "Dikaiosune", se revela de manera positiva en la Biblia, especialmente en el contexto de la relación divina con su pueblo. Se manifiesta en la coherencia entre los dichos de Dios y sus acciones redentoras. Esta perspectiva positiva de la justicia divina se aleja del carácter punitivo asociado con la "Dike".

En resumen, se argumenta que la "Dikaiosune" de Dios se diferencia de la connotación de venganza asociada con la palabra "Dike". La justicia divina, lejos de ser punitiva, tiene como objetivo principal la redención y salvación, y esta interpretación se respalda tanto a nivel lingüístico como contextual en las Escrituras.

 

El examen del uso de las palabras griegas "Dike" y "Dikaiosune" en la Septuaginta revela una rica complejidad en la conceptualización de la justicia divina en el Antiguo Testamento, destacando conexiones importantes con los conceptos de rectitud, lealtad, fidelidad y misericordia.

 

La "Dike", al ser empleada para traducir términos hebreos como "Rib" (alegato o causa legal), "Nacám" (venganza o castigo), "Din" (caso o causa legal), "Áyin" (plaga, pestilencia) y "Kjarúts" (trinchera, zanja, foso, ardiente ira), muestra una relación cercana con la retribución y la ejecución de juicios condenatorios. Este uso resalta una dimensión más punitiva y legalista asociada con la retribución divina.

En contraste, la "Dikaiosune" se erige como una palabra clave que define la esencia misma de Dios en el Antiguo Testamento. A menudo utilizada para traducir términos hebreos como "Tsedaka" (rectitud),  "Hesed" (misericordia y lealtad) y "Emeth" (fidelidad), la "Dikaiosune" se entrelaza con conceptos fundamentales de fidelidad y amor divino. Este uso extiende la noción de justicia apartada de la idea de la mera ejecución de juicios, abarcando una dimensión relacional y redentora.

La conclusión extraída de este análisis es clara: la justicia de Dios, representada por la "Dikaiosune", no debe ser simplificada como sinónimo de venganza y/o ira. Más bien, la rectitud y/o justicia de Dios constituyen la esencia misma de Su ser, en armonía con Su fidelidad y misericordia. La relación íntima entre estas dimensiones revela una comprensión más profunda de la naturaleza divina en el Antiguo Testamento, donde la justicia se manifiesta como restauradora y redentora.


Basándome en el escrito y la distinción cuidadosamente expuesta entre "Dike" y "Dikaiosune", puedo ofrecer las siguientes definiciones:


1. Dike:

   - Significado General: Dike, en la mitología griega y su uso en la Septuaginta, sugiere una actuación que implica juicio, venganza y retribución.

   - Características Esenciales: Se asocia con la espada desenvainada y la balanza, indicando la ejecución de juicio y la aplicación de medidas punitivas.

   - Relación en la Mitología: Hija de Zeus, Dike actúa en contra de aquellos que violan las leyes divinas, representando la ejecución de un juicio que implica castigo.

  - Definición: En el contexto de la mitología griega y su reflejo en la Septuaginta, "Dike" se refiere a una forma de accionar que implica juicio, venganza y retribución. Es la representación de la ley divina que castiga a aquellos que violan los preceptos establecidos.


2. Dikaiosune:

   - Significado General: Dikaiosune, especialmente en la cosmovisión hebrea y su uso en la Septuaginta, tiene una connotación más amplia que se aleja abosultamente de la venganza.

   - Características Esenciales: La Dikaiosune se redefine como una justicia redentora y restauradora, estrechamente vinculada a la fidelidad y la misericordia de Dios.

   - Relación en las Escrituras: Se asocia con la esencia misma de Dios, destacando su lealtad a sus promesas y su amor por su pueblo. La Dikaiosune se revela, especialmente, en actos redentores como la resurrección de Cristo.

   - Definición: En la cosmovisión hebrea y su uso en la Septuaginta, "Dikaiosune" adquiere una connotación más amplia. Se aleja absolutamente de la venganza y se redefine como una justicia redentora, restauradora y reveladora de la esencia de Dios. Está intrínsecamente vinculada a la fidelidad y la misericordia divina, destacándose por actos salvíficos y redentores, como la resurrección de Cristo. La Dikaiosune revela la lealtad de Dios a sus promesas y su amor por su pueblo.



Este cuadro comparativo resume las diferencias entre "Dikaiosune" y "Dike" en la Septuaginta, destacando aspectos como la definición, el enfoque, el carácter redentor, la dimensión relacional, el concepto ampliado, la utilización y ejemplos bíblicos. Además, se incluyen ejemplos específicos de la LXX para ambas palabras, así como su relación con términos hebreos y la vinculación con la ira divina en el caso de "Dike".


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