La Traducción de "Emet" como "Dikaiosune" en la Septuaginta: Fidelidad, Verdad y Justicia


La traducción de la palabra hebrea "Emet" (אֱמֶת), que generalmente significa fidelidad o verdad, al griego "Dikaiosune" (δικαιοσύνη, justicia) en la Septuaginta (LXX) es significativa para comprender cómo el concepto bíblico de justicia se amplía para incluir las nociones de veracidad y lealtad. En las Escrituras hebreas, Emet tiene una connotación que va más allá de una simple verdad objetiva, implicando también la confiabilidad, la certeza y la lealtad de Dios a sus promesas. Al traducir Emet como Dikaiosune, la Septuaginta enfatiza que la justicia de Dios no es solo una cuestión de equidad o legalidad, sino también de fidelidad constante y verdad.

Este ensayo explorará cómo la traducción de Emet como Dikaiosune en varios versículos de la LXX ilumina el entendimiento bíblico de la justicia, destacando la fidelidad y la verdad como aspectos esenciales de la justicia redentora y restauradora de Dios.

La riqueza de "Emet" en el contexto hebreo

En el Antiguo Testamento, Emet es una palabra clave para describir el carácter de Dios. Se refiere a la fidelidad de Dios, su capacidad para cumplir sus promesas y su confiabilidad total. Cuando los autores bíblicos hablan de la verdad de Dios, no se refieren únicamente a la precisión factual; hablan de la fiabilidad y constancia de Dios en relación con su pacto y su pueblo. La Emet de Dios es lo que asegura que sus promesas serán cumplidas, que su carácter es inmutable y que su pueblo puede confiar en Él plenamente.

Por tanto, cuando los traductores de la LXX optan por usar Dikaiosune para traducir Emet, están haciendo una declaración teológica profunda. Están mostrando que la justicia de Dios, tal como se entiende en la teología bíblica, no es solo un conjunto de reglas o leyes, sino que está impregnada de fidelidad y verdad.

"Emet" traducido como "Dikaiosune" en la LXX

A continuación, se examinan algunos versículos clave donde Emet se traduce como Dikaiosune en la LXX, lo cual revela cómo la fidelidad y la verdad se integran en la comprensión de la justicia de Dios:

  • Génesis 24:49: En este pasaje, Abraham envía a su siervo a buscar una esposa para Isaac, y el siervo habla de la Emet y el khesed (misericordia) de Dios al guiar su misión. En la LXX, Emet se traduce como Dikaiosune, sugiriendo que la justicia de Dios está ligada a su fidelidad al pacto. Dios muestra su justicia al cumplir sus promesas a Abraham a través de la provisión de una esposa para Isaac, lo que subraya la conexión entre la verdad y la justicia de Dios.

  • Éxodo 18:21: Moisés recibe el consejo de Jetro para designar líderes justos que gobiernen al pueblo. Estos líderes deben ser hombres de Emet, lo que indica su fidelidad y honestidad. La traducción de Emet como Dikaiosune en la LXX resalta que la justicia no se limita a la capacidad de juzgar con equidad, sino que también incluye ser personas de verdad, confiables y fieles en su deber.

  • Josué 24:14: Josué exhorta al pueblo a servir a Dios con integridad y Emet, señalando que la fidelidad y verdad son esenciales para su relación con Dios. Al traducir Emet como Dikaiosune, la LXX comunica que el servicio fiel a Dios es un acto de justicia, subrayando que la justicia ante Dios implica vivir en verdad y fidelidad.

  • Isaías 38:19: Este versículo presenta a Ezequías alabando a Dios por su fidelidad, diciendo que solo los vivos pueden proclamar su Emet. En la LXX, Emet se traduce como Dikaiosune, lo que sugiere que la justicia de Dios es algo digno de alabar porque incluye su fidelidad para con su pueblo. La proclamación de la justicia de Dios es una forma de testimonio de su verdad y constancia.

  • Isaías 39:8: Este pasaje es la respuesta de Ezequías al anuncio de Isaías sobre el futuro exilio de Judá. Ezequías reconoce la Emet de Dios en la profecía, y en la LXX, este reconocimiento se expresa con la palabra Dikaiosune, señalando que la justicia de Dios incluye su cumplimiento fiel de lo que ha declarado.

  • Ezequiel 18:9: Aquí se describe a una persona justa que camina en los caminos de Dios y guarda sus estatutos. La Emet de esta persona es evidencia de su justicia. Al traducir Emet como Dikaiosune en la LXX, se destaca que la justicia del individuo ante Dios se refleja en su fidelidad y veracidad en su relación con Dios y con los demás.

  • Daniel 8:12: En este versículo, la palabra Emet aparece en el contexto de la profanación del templo y la verdad que es derribada. La traducción de Emet como Dikaiosune en la LXX subraya que el ataque contra la verdad es un ataque contra la justicia misma. La justicia, en este caso, implica la preservación de la verdad y la fidelidad al culto y la adoración de Dios.

La integración de fidelidad, verdad y justicia en la teología bíblica

La traducción de Emet como Dikaiosune en la LXX nos lleva a una comprensión más profunda de la justicia bíblica. En el pensamiento moderno, la justicia a menudo se asocia con la equidad legal o la imparcialidad, pero en la Biblia, la justicia de Dios está imbuida de fidelidad y verdad. No se trata solo de que Dios actúe correctamente o aplique justicia de manera estricta; es que Dios, en su carácter inmutable, es fiel a sus promesas y siempre actúa de acuerdo con la verdad.

Esta visión de la justicia implica que para ser verdaderamente justo, uno debe ser fiel y actuar en verdad. Por lo tanto, la justicia de Dios es inseparable de su Emet, de su naturaleza como un Dios que es fiel y verdadero. El hecho de que los traductores de la LXX eligieran Dikaiosune para traducir Emet subraya que la justicia divina incluye la capacidad de Dios para ser constante y leal a su palabra, su pacto y su pueblo.

Implicaciones para la vida de los creyentes

Este entendimiento de la justicia tiene profundas implicaciones para los creyentes. Si la justicia de Dios incluye su fidelidad y verdad, entonces aquellos que buscan vivir una vida justa deben también ser personas de verdad y fidelidad. La justicia no es solo una cuestión de seguir las reglas, sino de ser verdaderos en nuestras palabras y fieles en nuestras acciones.

Además, en el contexto del pacto, la justicia de Dios garantiza que Él es fiel para cumplir todas sus promesas. Los creyentes pueden tener plena confianza en que la justicia de Dios no solo castigará el mal, sino que también restaurará y redimirá a aquellos que se mantienen fieles a Él.

Conclusión

La traducción de Emet como Dikaiosune en la LXX es un recordatorio poderoso de que la justicia de Dios no puede separarse de su fidelidad y verdad. En la teología bíblica, la justicia divina incluye la capacidad de Dios para ser siempre fiel a su palabra y actuar de acuerdo con la verdad. Esta visión de la justicia transforma nuestra comprensión de cómo Dios interactúa con su pueblo y nos invita a vivir como personas de fidelidad y verdad en respuesta a la justicia redentora y restauradora de Dios.

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