CAPÍTULO 1. Para Entender a Pablo...



"Sabe, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones."

Deuteronomio 7:9 (RV-60)

 Para comprender el pensamiento del apóstol Pablo, es crucial entender Romanos 1:17, donde destacaremos: "Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela". Aunque el versículo continúa, enfoquémonos en estas palabras específicas.

* Si no comprendes la importancia del evangelio para Pablo, no podrás entender su mensaje.

Entonces, ¿qué significa el evangelio? A menudo, se explica que su núcleo es la salvación del hombre, pero esto es inexacto. El evangelio se centra en una persona: Cristo. Otro concepto erróneo común es que el evangelio se reduce a la muerte de Cristo por nuestros pecados, pero esta afirmación es solo la mitad de la verdad. Quedarse solo con esa parte también es incorrecto. La verdad completa es que el Evangelio proclama que Jesús es el Cristo, quien murió por nuestros pecados y resucitó, todo conforme a las Escrituras.

1 de Corintios 15:3-4 nos dice: "Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras."

Esta es la primera clave para entender al apóstol Pablo: comprender el evangelio, que se resume en la muerte y resurrección de Cristo según las Escrituras, reconociéndolo como el Rey.

* Si no comprendes la importancia de la Justicia de Dios para Pablo, no podrás entender su mensaje.

La segunda clave radica en comprender el significado de la palabra "justicia". En inglés, existen dos palabras que se traducen como "justicia" al español. Una de ellas es "Justice", relacionada con tribunales, juicios y el mundo legal que dicta condenas. Esta palabra se entiende de manera similar en español.

 La otra palabra en inglés es "righteousness". Esta se traduce de manera más cercana al español como "rectitud". Una persona recta es íntegra, actuando en coherencia con sus palabras y cumpliendo sus promesas.

Deuteronomio 32:4 nos dice "Él es la Roca, cuya obra es perfecta, porque todos sus caminos son rectitud. Dios de verdad, y sin ninguna iniquidad en él; es justo y recto."

La palabra hebrea "Tsedaká" se refiere a la fidelidad en las relaciones, especialmente aquellas que existen entre dos o más partes, como padre e hijo, madre e hija, esposo y esposa. Implica una fidelidad y lealtad mutua, así como un compromiso de pertenencia que involucra la relación, y todo esto surge de la propia relación. Esta idea fundamental de fidelidad implica cumplir con las promesas adquiridas al relacionarse y actuar de acuerdo con la coherencia de la relación.

Tsedaká es la palabra hebrea que fue traducida, lamentablemente, la mayoría de las veces como “justicia”, cuando debió haberse preferido alguna de las siguientes: “rectitud”, “integridad” y/o “lealtad”. De esta manera habríamos evitado entender que la justicia de Dios es eminentemente punitiva y/o vengativa.

Ocurre lo mismo con la palabra griega “dikaiosune”, es decir, “dikaiosune” es la palabra griega usada en Nuevo Testamento que fue traducida, lamentablemente, la mayoría de las veces como “justicia”, cuando debió haberse preferido (igual que en tsedaká) alguna de las siguientes palabras: “rectitud”, “integridad” y/o “lealtad”. De esta manera habríamos evitado entender que la justicia de Dios es eminentemente punitiva y/o vengativa.

Este concepto de "Tsedaká" es esencial para comprender lo que se intenta expresar Pablo con "dikaiosune" en todos los lugares en donde las usa, tanto en sus cartas como en sus discursos en Los Hechos de los Apóstoles. La rectitud, entendida como la virtud de actuar correctamente y en armonía con la lealtad y la integridad que implica la relación, se alinea estrechamente con la fidelidad descrita por "Tsedaká". Así, es argumentable que "dikaiosune" debería haberse traducido más adecuadamente como “rectitud” en lugar de “justicia”, especialmente en el contexto de Romanos 1:17. Este enfoque en la rectitud destaca la idea de actuar en fidelidad y coherencia con la relación entre Dios y los suyos.

 Nos dice 2 Timoteo 2:13 lo siguiente: "Si fuéremos infieles, él permanece fiel; Él no puede negarse a sí mismo."

 

 Entonces, cuando el apóstol Pablo afirma que “en el evangelio se revela la justicia de Dios”, plantea que en la resurrección de Cristo de entre los muertos se ha revelado la tierna fidelidad y/o lealtad de nuestro Dios hacia la relación, especialmente consigo mismo, y por ende hacia los suyos.

Efesios 1:19-20 nos dice: "Y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos."

 Dios demostró ser fiel y leal a su Palabra, actuando en coherencia con lo que había prometido. Esta fidelidad se extiende no solo hacia Sí mismo, sino también hacia su pueblo.

Deuteronomio 7:9 nos dice: "Sabe, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones."

Las promesas hechas en base al amor de Dios por sí mismo se dirigen a su pueblo, revelándose en la fidelidad divina evidenciada en la resurrección de Cristo entre los muertos.

En Romanos 8:28 encontramos que: "Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados."

Comprender estas dos ideas es clave para comprender el pensamiento de Pablo:

-          Lo que implica el evangelio, es decir, la resurrección de Cristo de entre los muertos y su establecimiento como Señor de Señores.

-          La Righteousness o Rectitud de Dios, es decir, la fidelidad de Dios a su Palabra, hacia sí mismo y hacia su pueblo, sostenida por los propios hombros divinos.

Efesios 1:22 dice: "Y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia."

En conclusión, al resucitar Cristo, reveló la plenitud de la fidelidad de Dios. Esta revelación implica que también la justicia de Dios se iba manifestar en las personas que creían en aquella revelación. La resurrección de Cristo de entre los muertos retiró el velo para que nos dejara ver la rectitud de Dios. Es decir, la fidelidad de Dios, expresada de manera completa en este evento, revela no solo la coherencia con sus promesas, sino también la integridad y la rectitud en su actuar que es conforme a Su Ser.

Resumiendo…

El capítulo enfatiza la comprensión esencial del evangelio centrado en Cristo y la rectitud de Dios para entender el pensamiento de Pablo. Se explora la distinción entre "justice" y "righteousness" en inglés, abogando por traducir "dikaiosune" como "rectitud" en Romanos 1:17. Se destaca la conexión vital entre la fidelidad de Dios, evidenciada en la resurrección de Cristo, y las promesas divinas basadas en el amor propio de Dios. El texto respalda estos conceptos con referencias bíblicas clave, como Deuteronomio 7:9 y 2 Timoteo 2:13, subrayando la integridad y la coherencia divina reveladas en la resurrección.


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