EN BUSQUEDA DE LA JUSTICIA DE DIOS – DIKAIOSUNE & TZEDAKA

¿La justicia de Dios es “severa y demanda la muerte de quienes pecan”? Esta pregunta surge a raíz de la afirmación de Millard Erickson en su libro "Teología Sistemática", donde sugiere que la justicia de Dios “exige la muerte de los pecadores”, basándose en la aparente severidad divina. Sin embargo, no hay un pasaje específico en la Biblia que respalde de manera explícita que la “justicia de Dios exige”.

Es crucial explorar la diferencia entre afirmar que "la justicia exige" y decir que "la justicia se revela". La primera expresión da la impresión de una justicia que espera la ejecución de un castigo, mientras que la segunda implica que la justicia se manifiesta como parte de un plan para la salvación y/o redentor.

Además, es relevante señalar que, en la Escritura, términos como "justicia" (rectitud), "misericordia" y "fidelidad" a menudo se usan de manera intercambiable, como se evidencia en la Septuaginta (LXX). La declaración "la justicia de Dios ha sido revelada para salvación" (Romanos 1:17) sugiere que la justicia divina se manifiesta con un propósito redentor y salvífico, más que simplemente imponer castigos.

En última instancia, el propósito de este análisis es destacar la diferencia entre las interpretaciones teológicas y examinar cómo se presenta la justicia de Dios en la Biblia. Mientras algunos sostienen que la justicia exige castigo, otros argumentan que la justicia se revela en un contexto redentor. La comprensión de estos matices puede enriquecer la visión de la estrechísima relación entre la justicia divina y la redención.

En la primera expresión, "la justicia exige", la imagen que se presenta es la de la justicia como una entidad pasiva, esperando la ejecución de un veredicto. Por otro lado, en la segunda frase, "la justicia se revela", se destaca que la justicia misma toma un papel activo, trabajando hacia un objetivo específico, siendo la protagonista de un acto redentor. En este caso, Tzedaka, para hebrea para referirse a la justicia divina en el Antiguo Testamento, se muestra como la fuerza impulsora detrás de un plan redentor.

La cuestión crucial aquí es determinar cuál de estas perspectivas es respaldada por la Biblia. El enfoque de este escrito es proporcionar evidencia de la sinonimia entre los conceptos de justicia (rectitud), misericordia y fidelidad en la Escritura. Además, se busca mostrar que la justicia de Dios se ha revelado de una manera que va más allá de simplemente imponer castigos, sino que está intrínsecamente vinculada a un propósito redentor.

Según Girdlestone, R.B., la palabra "rectitud" es una opción más adecuada en español para traducir el término hebreo "Tsedaka". Esta sugerencia se encuentra en la página 112 de su obra "Sinónimos del Antiguo Testamento". En lugar de usar simplemente "justicia", Girdlestone aboga por el uso de "rectitud" como una alternativa que captura mejor el significado del término original. Esta elección de palabra puede ofrecer una perspectiva más precisa y completa al transmitir el concepto de Tsedaka en el contexto bíblico.

En relación con este tema, Denifle realizó una investigación exhaustiva examinando los comentarios, tanto impresos como manuscritos, de 60 prominentes escritores de la Iglesia latina, que abarcaron desde el siglo IV hasta el XVI. Según Denifle, su análisis reveló un patrón sorprendente: ninguno de estos escritores interpretó la "Justicia de Dios" como una justicia que impone castigos. Este hallazgo destaca que la concepción de la justicia divina entre estos influyentes teólogos se entendía desde una perspectiva redentora y no como una idea punitiva.

Este fragmento citado por Denifle se encuentra en la obra de Febvre, "Martín Lutero: Un Destino", publicada en 2004 en Madrid, España, por Fondo de Cultura Económica, específicamente en la página 36. La referencia a la investigación de Denifle respalda la idea de que la comprensión histórica de la "Justicia de Dios" entre eruditos de la Iglesia latina no se alineaba de ninguna manera con la noción de una justicia divina centrada en el castigo. Este dato puede ser relevante para el entendimiento de las interpretaciones teológicas a lo largo del tiempo.

Por otra parte, explorar las Escrituras para destacar la interrelación de estos conceptos y cómo se revela la justicia divina puede arrojar luz sobre la naturaleza de Dios y su relación con la humanidad, proporcionando así una base sólida para la comprensión teológica.

El objetivo principal de este escrito es determinar cuál de las dos perspectivas, la de que "la justicia exige" o la de que "la justicia se revela", es respaldada por la Biblia. Además, se buscará proporcionar evidencias de la sinonimia entre los conceptos de justicia, misericordia y fidelidad, así se demostrará que la justicia de Dios ha sido revelada. Esto implicó una investigación detallada de los textos bíblicos pertinentes y una cuidadosa consideración de su contexto.

Es importante recordar que la interpretación de la Biblia es un proceso complejo que requiere tener en cuenta no solo los versículos individuales, sino también el contexto histórico, cultural y lingüístico en el que fueron escritos. Al investigar la sinonimia entre los términos mencionados y cómo se presentan en los pasajes bíblicos, se fortalecerá el argumento sobre la naturaleza de la justicia divina y su revelación en hechos salvíficos concretos de parte de Dios.

Para respaldar tu afirmación sobre la revelación de la justicia de Dios, será útil examinar pasajes bíblicos que hablen sobre cómo Dios se manifiesta en su justicia y redime a su pueblo. También se analizará cómo se relacionan los conceptos de justicia, misericordia y fidelidad en diferentes partes de la Biblia para demostrar su sinonimia.

El buscar evidencias bíblicas y explorar la relación entre estos conceptos clave contribuirá al objetivo de proporcionar una comprensión más clara de la justicia divina y su revelación en la Escritura.

 

¿Qué es la Justicia de Dios?

La perspectiva de los abogados sobre la justicia a menudo se resume en la idea de "dar a cada uno lo que merece". Esta noción implica un sentido de equidad y trato justo. Un abogado podría describir la justicia como la acción de asegurarse de que cada individuo reciba lo que legítimamente le corresponde según las leyes y normas establecidas.

Tejada, en su obra "A Propósito del Derecho Penal. Dando a cada Uno lo Suyo en el Proceso", cita a Ulpiano para definir la justicia como "la constante y perpetua voluntad de dar (conceder) a cada uno su derecho", es decir, otorgar a cada individuo lo que le pertenece legalmente. Esta definición destaca la idea de una voluntad continua y duradera de asegurar que se respeten los derechos individuales y se apliquen principios justos en el ámbito legal.

Así, desde la perspectiva de un abogado y según la definición citada, la justicia se concibe como el compromiso constante de garantizar que cada individuo obtenga lo que legítimamente le corresponde dentro del marco legal.

La pregunta sobre quién define o determina qué es lo "suyo por derecho" es crucial y abre la puerta a cuestionamientos filosóficos y éticos en el ámbito de la justicia. Como menciona Maturana, "Lo dicho siempre es dicho por alguien", lo que resalta la idea de que las interpretaciones y definiciones están vinculadas a perspectivas individuales o colectivas.

(Maturana, H & Varela, R. El Árbol del Conocimiento. Las Bases Biológicas del Entendimiento Humano. Santiago de Chile. Editorial Universitaria. 1984. Pág.13)

En el contexto de la justicia, la respuesta a quién establece qué es lo que alguien merece o le pertenece legalmente puede depender de diversos factores. En un sistema legal, estas determinaciones se basarán en leyes y normas establecidas por legisladores y autoridades judiciales. Sin embargo, estas leyes mismas son formuladas por personas y, por lo tanto, reflejan las creencias, valores y decisiones de quienes las crean.

En última instancia, la definición de lo que es "suyo por derecho" puede ser influenciada por factores sociales, culturales, políticos y religiosos, y puede variar según el contexto y la perspectiva. La justicia, en este sentido, se convertiría en un proceso dinámico que implica la constante negociación y reflexión sobre lo que se considera justo en una sociedad dada.

De esta manera, se inicia el camino hacia la conclusión de que la noción de justicia está intrínsecamente vinculada con la lealtad o fidelidad demostrada a lo expresado anteriormente por alguien. Desde esta perspectiva, la Justicia de Dios se percibiría como la manifestación de la lealtad o fidelidad de Dios a los principios que Él mismo ha establecido. Esta lealtad se fundamenta en el amor por Su Nombre, lo que implica que la Justicia de Dios se convierte en la expresión de la fidelidad de Dios a Su propia Palabra.

En términos sencillos, la idea es que la justicia divina se manifiesta a través de la coherencia y la constancia de Dios al adherirse a lo que ha dicho. Esta lealtad se entiende como un acto de amor por la integridad divina, donde Dios demuestra ser fiel y leal a lo que ha establecido previamente. En otras palabras, la fidelidad de Dios a Sus dichos y a lo que ha prometido se convierte en un rasgo definitorio de Su justicia.

Este análisis sugiere una conexión interesante entre la justicia y la lealtad o fidelidad, especialmente en el contexto de la justicia de Dios. Propone que la Justicia de Dios se relaciona estrechamente con la lealtad o fidelidad de Dios a lo que Él mismo ha establecido. Esta lealtad se fundamenta en el amor de Su Nombre, es decir, la reputación y la integridad divina.

En este enfoque, la Justicia de Dios se entenderá como la fidelidad de Dios a Su Palabra, donde Dios cumple con lo que ha dicho y se mantiene leal a Sus promesas. Este concepto refleja la idea de que la justicia divina no solo implica un actuar correcto, sino también una coherencia y compromiso continuo con los principios que Dios ha establecido y que, por ende, valora.

Esta perspectiva resalta la importancia de la confiabilidad y la consistencia en la relación divina, donde la fidelidad de Dios a lo dicho se convierte en un elemento central de Su justicia. Este enfoque teológico puede tener profundas implicaciones para la comprensión de la relación entre la divinidad y la humanidad, así como para la compasión basada en la fe.

De acuerdo con esta perspectiva, se argumenta que la comprensión de la Justicia de Dios no solo debería limitarse a ser contemplada desde su santidad, como propone Erickson, según se menciona (ver Millard Erickson, "Teología Sistemática", p.311), sino que también debe ser abordada teniendo como lente la fidelidad y misericordia de Dios. Esto se debe a que, en la relación de Dios con los suyos, Su actuar se fundamenta en Su fidelidad hacia Su propio ser.

En este contexto, se sostiene que la justicia divina no puede separarse de la constancia y lealtad que Dios mantiene consigo mismo. La fidelidad de Dios hacia Sus propios principios y promesas se convierte en un factor esencial en la comprensión de Su justicia. Además, se destaca la importancia de incorporar la misericordia de Dios como otro componente significativo, sugiriendo que la justicia divina también se manifiesta a través de la compasión y el perdón.

Es así que se propone ampliar la visión de la Justicia de Dios más allá de la santidad, considerando también la fidelidad y la misericordia como elementos esenciales en la relación de Dios con los suyos. Esto refleja una comprensión más completa y equilibrada de la naturaleza divina en su interacción con su pueblo.

La justicia de Dios encierra el todo de Dios. Ya que la Justicia de Dios es la esencia de Dios mismo, es decir, que Dios es conforme a su Palabra. La definición de la Justicia de Dios, mayoritariamente, ha sido hecha teniendo como base la ley y la infidelidad del hombre. Sin embargo, en las Escrituras la Justicia de Dios es hecha a partir de la Misericordia teniendo como base la Fidelidad de Dios y tienen como objetivo la redención y/o salvación de Su pueblo.

La afirmación de que la justicia de Dios encapsula todo su ser es poderosa y sugiere que esta justicia es intrínseca a la esencia misma de Dios. Se plantea que la justicia divina implica que Dios es fiel a Su Palabra en todo momento. A menudo, la definición de la justicia de Dios se ha centrado en la ley y la desobediencia del hombre. Sin embargo, según las Escrituras, la justicia de Dios se basa en Su misericordia y fidelidad, y su objetivo principal es la redención y salvación de Su pueblo.

Este enfoque resalta la idea de que la justicia divina va más allá de simplemente imponer castigos por violaciones de la ley, sino que se centra en la fidelidad de Dios hacia Su pueblo y en Su deseo de restauración y reconciliación. La justicia de Dios, vista desde esta perspectiva, se convierte en una expresión de Su amor y compasión hacia los suyos, buscando activamente su bienestar y su salvación.

La justicia de Dios se manifiesta a través de Su misericordia y fidelidad, y tiene como objetivo la redención y salvación de Su pueblo, en lugar de simplemente ser un acto de castigo por la infracción de la ley. Esta comprensión ampliada de la justicia divina refleja una visión más completa de la naturaleza y el carácter de Dios según lo revelado en las Escrituras.

En el libro "Panorama del Antiguo Testamento: Mensaje, Forma y Trasfondo del Antiguo Testamento" de W.S. Lasor, D.A. Hubbard y F. Bush (Editorial Nueva Creación, 1995), Lasor cita a Eichrodt para abordar la perspectiva de la justicia en el Antiguo Testamento. Eichrodt advierte en contra de cualquier concepto de justicia distributiva, similar al que se observa en la ley romana. En lugar de eso, señala que la actividad del "Príncipe de la paz" en Isaías, que consolida su principado mediante el derecho y la justicia (Isaías 9:6), refuerza una comprensión diferente de la justicia.

En este contexto, la referencia a Isaías destaca que la consolidación del reinado del "Príncipe de la paz" se realiza a través del derecho y la justicia, sugiriendo que la justicia divina no se limita a un mero acto distributivo, sino que está intrínsecamente vinculada a la consolidación de un reinado caracterizado por la paz y la equidad. Este enfoque puede tener implicaciones significativas para la comprensión de la justicia en el marco teológico del Antiguo Testamento.

En Búsqueda de la Justicia de Dios

La perspectiva que vincula la Justicia de Dios con la palabra griega Dike, según se argumenta en base a los escritos de filósofos griegos y la influencia del escolasticismo, provendría de la similitud con la palabra griega Dikaiosune. Sin embargo, esta conexión se considera problemática y ha tenido consecuencias negativas en la lectura e interpretación de las Escrituras, particularmente entre los traductores y defensores de las Escrituras desde la Reforma. Las razones detrás de esta consideración se exponen a continuación (Ver Verbrugge en "The NIV Theological Dictionary of New Testament Words" Grand Rapids, Zondervan, 2000, pág. 328).

Esta asociación se considera perjudicial para la comprensión de las Escrituras por varias razones. En primer lugar, la palabra griega Dike está cargada con connotaciones legales y jurídicas que no capturan completamente el significado más profundo de la Justicia de Dios en un contexto teológico. La limitación a una perspectiva legal puede llevar a una interpretación restrictiva y simplista de la justicia divina.

Además, se argumenta que la sobrevaloración de la conexión entre Dikaiosune y Dike ha llevado a una visión reduccionista de la justicia de Dios como una mera ejecución de castigos o distribución de recompensas, dejando de lado aspectos esenciales como la fidelidad, la misericordia y la redención.

La crítica se centra en cómo esta asociación ha influido en la interpretación de la Justicia de Dios, limitándola a un marco legal y perdiendo la riqueza y complejidad teológica, relacional y redentora que implica este concepto en las Escrituras.

Dike hija de Temis

En la mitología griega, Dike era una figura divina y una de las hijas de Temis, la diosa de las leyes naturales y de Zeus, el dios supremo del Olimpo. Dike desempeñaba el papel de personificación del juicio y la equidad en el contexto mitológico. Se le atribuía la responsabilidad de velar por el cumplimiento de las leyes establecidas por sus padres divinos.

(Valdés, M. El Modelo Político de Solón: La aplicación de la Dike y la participación del demos en la politeia. (d1wqtxts1xzle7.cloudfront.net) Univ. Complutense de Madrid. 2005. (Pág 60))

Dike estaba representada con una espada, símbolo de su capacidad para infligir castigo a aquellos que violaban las leyes divinas. Su función principal era garantizar el resguardo de las leyes y castigar a quienes no cumplían con las normas establecidas por Temis y Zeus.

(Salamone, M.A. Hipótesis sobre el origen etimológico de la palabra díke: la analogía del horizonte. Hipótesis sobre el origen etimológico de la palabra díke: la analogía del horizonte. Universidad Complutense de Madrid. Logos: Anales des Seminario de Metafísica. Vol 46. 2013. Pag 309)

En la Septuaginta, la versión griega del Antiguo Testamento, la palabra Dike se utiliza para traducir términos hebreos que, en español, se interpretan como "venganza", "causa" o "acusación". Esto sugiere que la figura mitológica de Dike influyó en la elección de la palabra utilizada en la traducción griega para expresar conceptos relacionados con la venganza y la retribución divina.

Es fundamental adentrarse en la comprensión de las expresiones hebreas que fueron interpretadas como "Dike" en la Septuaginta (LXX). ¿Cuáles términos hebreos del Antiguo Testamento fueron convertidos a "Dike" en la LXX? La meta de esta investigación radica en desentrañar el significado original que poseía la palabra "Dike" en su contexto hebreo, con la intención de establecer una comparación más profunda con la utilización de la palabra "Dikaiosune".

La exploración de las palabras hebreas subyacentes que se tradujeron como "Dike" en la LXX resulta esencial para desentrañar la riqueza semántica de estos términos en el Antiguo Testamento. Al identificar estas palabras hebreas específicas, podemos sumergirnos en sus matices culturales y lingüísticos originales, comprendiendo así cómo los traductores hebreos interpretaron y expresaron conceptos vinculados con la venganza en un contexto distinto al hebreo.

El propósito último es realizar una comparación detallada entre el uso de "Dike" y "Dikaiosune", permitiendo así una apreciación más completa de cómo estos términos correspondes a campos conceptuales distintos y que han adquirido connotaciones teológicas similares en occidentes, pero que originalmente tenía implicaciones totalmente distintas.

La palabra "Dike" se utiliza en la Septuaginta para traducir cinco palabras hebreas diferentes, apareciendo un total de 17 veces en diversos pasajes bíblicos:

Hebreo

Transliterado

Cita Bíblica

Traducción

Código

רִיב

Rib

Lam 3:58; Job 33:13; Job 29:16; Salm 35:23; 43:1; 74:22; Am 7:4; Miq 7:9

Alegato o causa legal

8191

נָקַם

Nacám

Éx 21:20; Lev 26:25; Deut 32:41; Deut 32:43; Ez 25:12

Denota venganza o castigo

5933

דִּין

Din

Salm 9:4; Salm 140:12

Indica un caso o causa legal

1907

דבריך

Áyin

Oseas 13:14

Plaga o pestilencia.

1822

החרוץ

Kjarúts

Joel 3:14

Trinchera, zanja, foso, o una defensa militar.

3022

 

Respecto a Joel 3:14

Joel parece jugar con esta similitud entre "Kjarôn" y "Kjarúts". En la RV 60, en Joel 3:14, "Kjarúts" se traduce como "Decisión", mientras que, en la LXX, se traduce como "Dike", enfatizando la conexión original del juego de palabras, que implica no solo una decisión, sino también la noción de "Destrucción". Esta elección de traducción resalta la complejidad semántica de la palabra y cómo un matiz sutil en la elección de una palabra puede influir significativamente en la interpretación del texto y en la comprensión de los matices originales del juego de palabras en hebreo.

La comparación entre Éxodo 32:12, donde se emplea la palabra "Kjarôn" (מחרון) traducida como "ardiente ira", y Joel 3:14, donde se utiliza "Kjarúts", traducido en la LXX como "Dike" y en la RV 60 como "Decisión", revela un juego de palabras intrincado. Según Mounce, "Kjarôn" se asocia con [3019], que significa "ardiente ira".

Estas diversas traducciones evidencian la riqueza semántica de la palabra "Dike" en la Septuaginta, que abarca conceptos legales, de venganza, causas legales, plagas y defensas militares. Comprender estas diferentes acepciones en su contexto original enriquecerá la interpretación de los textos bíblicos y permitirá contrastarla y/o compararla más profundamente con el uso distintivo de la palabra "Dikaiosune".

 

El uso de Dike en el N.T.

El ejemplo del uso de la palabra "Dike", de acuerdo con los sentidos previamente expuestos, se encuentra en el Nuevo Testamento. En este caso, los habitantes de la isla de Malta atribuyen a la diosa Dike el hecho de que Pablo haya sido mordido por una serpiente. Según la interpretación local, este pequeño hombre, Pablo, es considerado un asesino, y, en consecuencia, la diosa Dike no le permite vivir.

Este incidente refleja la comprensión cultural y religiosa de los habitantes de la isla, quienes asocian la serpiente que muerde a Pablo con la venganza divina, personificada por la diosa Dike. La creencia arraigada en la cultura local sugiere que los actos pasados de Pablo como asesino han despertado la ira vengativa de la diosa, manifestándose en el ataque de la serpiente.

Este uso contextual de la palabra "Dike" resalta cómo las percepciones culturales y religiosas pueden influir en la interpretación de eventos y en la asignación de significados específicos a términos relacionados con el castigo. En este caso, la conexión entre la mordedura de la serpiente y la diosa Dike ilustra cómo las nociones de venganza divina pueden manifestarse de manera única en diversas culturas y contextos.

Dike y Dikaiosune

La figura mitológica de Dike siempre actuaba en oposición, llevando a cabo actos de retribución contra aquellos que quebrantaban las reglas establecidas por sus padres, Temis y Zeus. En la Septuaginta (LXX), esta misma dinámica se refleja al asociar a Dike con la ira dirigida hacia los enemigos del pueblo del Señor, considerándolos, por ende, enemigos de Dios.

Esta conexión entre Dike y la ira divina en contra de los enemigos del pueblo del Señor subraya la concepción de venganza divina como una fuerza que actúa en respuesta a la violación de las leyes y los principios divinos. En paralelo con la mitología griega, donde Dike reaccionaba contra aquellos que transgredían las reglas cósmicas, en la LXX, la palabra Dike se asocia con la represalia divina dirigida hacia aquellos que se oponen al pueblo de Dios.

En la mitología griega, se señala que los padres de Dike fueron Zeus y Temis, estableciendo así una conexión divina y familiar. Esta comprensión mitológica puede haber influido en la comprensión y representación de la venganza divina en la LXX, sugiriendo una imagen de Dike como una fuerza vengativa en consonancia con la tradición griega.

(Colombiani, M.M. "Mismidad y Otredad en Hesíodo: De Teogonía a trabajos y días. En torno a la noción del Kosmos". 36558_97892_1_SM.pdf (d1wqtxts1xzle7.cloudfront.net) Rio de Janeiro, Phoinix, 2010. Pag 30)

En la mitología griega, se sostiene que Dike fue la madre de Dikaiosune (δικαιοσυνη), una especie de diosa menor o daimon que personifica la rectitud, lealtad y fidelidad. Sin embargo, en la Septuaginta (LXX), la palabra "Dikaiosune" es utilizada principalmente para traducir la palabra hebrea "tsedaca" (צְדָקָה).

En el contexto del judaísmo moderno, la palabra "tsedaca" sostiene relaciones de misericordia y lealtad entre las personas, y casi funciona como sinónimo de "gracia". Esta elección de traducción resalta la riqueza semántica y la complejidad teológica que subyace en la palabra "Dikaiosune" en la LXX.

A través de este trasfondo mitológico y su aplicación en la traducción de términos hebreos específicos, la LXX enriquece la comprensión de conceptos como la rectitud y la lealtad, mostrando cómo estas nociones han sido interpretadas y adaptadas en diversos contextos culturales y religiosos.

Según Perez Millos, para los judíos, la ira se percibe como la manifestación justa del furor divino contra el pecado, que resulta en la aniquilación de los injustos. En contraste, la justicia de Dios (Tsedaca) se entendería como "el favor divino en los justos que, debido a su justicia, no son aniquilados" (Perez Millos, "Comentario Exegético al Texto Griego del Nuevo Testamento: Romanos", Terrasa, Editorial CLIE, Pag 290).

Esta distinción refleja la comprensión judía de la ira divina como una respuesta justa y enérgica al pecado, destinada a eliminar a aquellos que actúan de manera injusta. Por otro lado, la justicia de Dios se manifiesta como un favor divino hacia los justos, otorgándoles protección y preservándolos de la aniquilación debido a su conducta justa.

Esta interpretación subraya la relación compleja entre la ira divina y la justicia, demostrando cómo estos conceptos se entrelazan en la teología judía y resaltando la importancia de la justicia como un elemento que asegura el favor divino y la preservación.

En la Septuaginta, la palabra "Dikaiosune" adquiere un nuevo significado al ser utilizada para traducir "Tsedaca" (צְדָקָה) en hebreo. En este contexto, "Dikaiosune" se resignifica y adquiere el propósito de definir la esencia de Dios. Sin embargo, lo sorprendente es que también se emplea en la LXX para traducir otra palabra hebrea que también define la esencia de Dios: "Misericordia" (khesed en hebreo, בְּחֶסֶד).

Esta elección de traducción destaca la conexión intrínseca entre la justicia y la misericordia en la comprensión de la esencia divina en la LXX. Al utilizar la misma palabra griega para expresar tanto la justicia como la misericordia, se sugiere una unidad y coherencia en la naturaleza divina, donde ambos atributos esenciales se entrelazan y complementan mutuamente.

Este fenómeno lingüístico en la LXX proporciona una visión única de cómo los traductores hebreos interpretaron y transmitieron la riqueza teológica de las palabras hebreas en el Antiguo Testamento, contribuyendo a una comprensión más completa de la complejidad de la esencia divina según la tradición judía.

Es notable observar que no solo la palabra hebrea "Tsedacá" se traduce al griego como "Dikaiosune" (Rectitud - Justicia), sino que también se traduce como "Éleomosune" (Misericordia) y "Aletheia" (Fidelidad). Esta diversidad de traducciones revela la riqueza semántica y teológica inherente a esta palabra hebrea, así como la complejidad de expresar sus matices en el griego.

La elección de utilizar diferentes términos griegos para traducir el hebreo "Tsedacá" destaca cómo los traductores de la LXX buscaron capturar las diversas dimensiones de la justicia-rectitud divina, que no se limitan únicamente a la rectitud propia de la ley, sino que abarcan también la misericordia y la fidelidad. Esta amplia gama de traducciones subraya la comprensión multifacética de la esencia divina y su manifestación en relación con la humanidad.

En consecuencia, la LXX ofrece una visión enriquecedora de cómo los conceptos fundamentales en la cosmovisión hebrea fueron interpretados y expresados en el contexto griego, brindando así una perspectiva más completa de la complejidad de la relación entre Dios y su pueblo.

Hebreo

Trasliterado

Traducción del  Hebreo

Griego

Trasliterado

Traducción del Griego

Versículos

וצדקה

Tsedaka

Rectitud

ελεημοσυνη

Eleomosune

Misericordia

Deu 6:25, 24:13, Sal 33:5, 103:6, Is 1:27, 28:17, 38:18, 59:16,

Dan 9:16

וצדקה

Tsedaka

Rectitud

Ευφροσυνης

Efrousune

Euforia

Is 61:10

וצדקה

Tsedaka

Rectitud

Κριμα

Krina

Juicio a favor

Jer 51:10

בצדקה

Tsedaka

Rectitud

ελεημοσυναις

Eleomosunais

Limosna

Dan 4:27

 

Hebreo

Trasliterado

Traducción del  Hebreo

Griego

Trasliterado

Traduccion del Griego

Versículos

חֶסֶד

Kjésed

Misericordia y/o Compasión

δικαιοσύνη

Dikaiosune

Rectitud

Génesis 19:19,

Génesis 20:13,

Génesis 21:23,

Génesis 24:27,

Génesis 32:10,

Génesis 15:13,

Éxodo 34:7

Isaías 63:7

אֶמֶת

Emeth

Fidelidad y/o Lealtad

δικαιοσύνη

Dikaiosune

Rectitud

Genesis 24:49

Éxodo 18:21,

Josué 24:14,

Isaías 38:19,

Isaías 39:8,

Ezequiel 18:87,

Daniel 8:12

 

 

 

 

 

Volviendo a la Mitología Griega

Regresando al mundo de la Mitología Griega, Dike era la deidad que llevaba una espada desenfundada en una mano y una balanza en la otra. [Fuente: Ramirez Salazar, Andrés Rodrigo "La dama de la justicia y su representación en el séptimo arte" - Dialnet (unirioja.es)]

A partir del Renacimiento, Dike comenzó a ser representada con una venda en los ojos. Sin embargo, en la Antigua Grecia, su mirada se comparaba con la del águila. [Fuente: Gonzalez Garcia, J. "La mirada de la Justicia: Ceguera, venda en los ojos, velo de ignorancia". Macado Libros. Madrid. 2016 (Cap 2).]

Dike, siendo hija de Zeus, mantenía una estrecha relación con su padre y era la encargada de ejecutar sus órdenes. Utilizaba su espada para castigar a aquellos que violaban la ley establecida. Sin embargo, no se menciona la relación entre Zeus y su nieta Dikaiosune.

En la cultura hebrea, la dinámica era diferente. En las Escrituras, la relación cercana del Dios hebreo no se asocia con la palabra "Dike", sino con "Dikaiosune". Esto se evidencia en el Antiguo Testamento, donde "Dike" se emplea para referirse a la espada de la venganza de Dios (LXX Lev 26:25 "μαχαιραν εκδικουσαν δικην διαθηκης"), así como para describir la retribución contra aquellos que desprecian al Señor (LXX Deut 32:41 "ανταποδωσω δικην τοις εχθροις").

Dike también representa la "acusación" contra los hombres y el "juicio ejecutado" por medio de fuego en contra los enemigos de Dios, como se menciona en Amos 7:4 (LXX), lo que finalmente resulta en un campo de "matanza". Esto se aclara al notar que la palabra "Dike" se utiliza para traducir términos hebreos que significan venganza, acusación, ejecución de juicio y matanza.

Por otro lado, en las Escrituras del Antiguo Testamento, Dios es reconocido como el Dios de la Dikaiosune, es decir, el Dios de la Justicia y/o Rectitud. En esta misma línea, en Isaías 56:1, se indica que la justicia-rectitud de Dios será revelada cuando el Mesías aparezca, y Pablo explica en Romanos 1:17 que fue la justicia de Dios (Dikaiosune) la que se reveló cuando el Mesías resucitó.

Además, para Pablo, el Reino de Dios se define por la Justicia (Dikaiosune), la Paz y el Gozo, como se menciona en Romanos 14:17. Incluso, Jesús insta a buscar primero el Reino de Dios y su justicia (Dikaiosune), según Mateo 6:33.

Dikaiosune no solo toma el lugar de Dike frente a su padre Zeus, sino que también es una de las palabras, junto con Fidelidad, Misericordia y/o Amor, que la Escritura utiliza para describir la esencia de Dios.

Es crucial destacar nuevamente que es Dikaiosune quien define la esencia de Dios, no Dike. En la cosmovisión hebrea, Dikaiosune adquiere un significado distinto y ocupa el primer lugar en importancia en el lenguaje de la Septuaginta, junto con las palabras Misericordia y Fidelidad. En el contexto de las Escrituras hebreas, Dikaiosune es una palabra relevante y fundamental que describe la esencia misma de Dios.

Este punto es de suma relevancia en relación con Dikaiosune, ya que, aunque utilizada por los hebreos, la palabra ya no es considerada "hija" de Dike ni está subordinada como tal. Más aún, en el mundo hebreo, Dikaiosune actúa en favor de los suyos, protegiéndolos de cualquier acusación, castigo o venganza (la actuación de Dike) en su contra.

En la cosmovisión hebrea, Dikaiosune está por encima de Dike. Es Dike quien se somete a la Dikaiosune de Dios. En las Escrituras hebreas, Dikaiosune siempre favorece a los suyos y nunca se utiliza en contra del pueblo de Dios. Por el contrario, Dike siempre se manifiesta en contra de aquellos que se oponen al actuar de Dios, y nunca se emplea de manera positiva.

Son los oprimidos quienes experimentarán la Dikaiosune de Dios, pero esta misma Dikaiosune, como resultado del acto redentor en favor de los redimidos, se manifestará como Dike (ira, castigo, venganza) en contra de los opresores del pueblo de Dios.

Lo central de la palabra Dikaiosune es que cuando esta obra, lo que se evidencia o manifiesta es la Fidelidad de Dios a sus promesas y a sus palabras; y esta fidelidad está fundamentada en el Amor de Su Nombre, todo esto para Su Gloria.

La relación entre la Dikaiosune de Dios y el Evangelio, como expresa Pablo en Romanos 1:17, es fundamental para comprender la esencia misma del mensaje cristiano y su conexión con las tradiciones hebreas. Al examinar esta relación, podemos profundizar en la comprensión de la justicia divina y su manifestación en la obra redentora de Cristo.

La Justicia de Dios se Revela en el Evangelio

La frase "la Dikaiosune de Dios se revela en el Evangelio" encapsula la idea central de que la justicia de Dios se manifiesta en la resurrección de Cristo de entre los muertos. Esta afirmación implica que la obra redentora de Cristo es la culminación de la justicia divina, que se revela plenamente en su victoria sobre la muerte. En este sentido, la resurrección de Cristo es la prueba definitiva de la justicia de Dios y su compromiso con la salvación de la humanidad.

Al considerar esta afirmación, es importante examinar las diferentes palabras que se utilizan en el griego de la Septuaginta para traducir la palabra hebrea "Tsedaká", que correspondería a sinónimos de la palabra "justicia" cuando se traduce al griego como "Dikaiosune". Estas palabras incluyen "misericordia", "fidelidad", "lealtad" y "alegría", todas las cuales tienen matices diferentes pero complementarios de la idea de justicia en el contexto bíblico.

Al reconocer la estrecha relación entre la justicia y la salvación en el Antiguo Testamento, podemos comprender mejor cómo esta relación se desarrolla en el Nuevo Testamento a través de la conexión entre la gracia y la salvación. En ambos casos, la justicia de Dios se revela en su compromiso con la restauración y la redención de su pueblo, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento.

La conexión entre la Dikaiosune de Dios y la salvación en el Evangelio es central para la teología cristiana y su comprensión de la obra redentora de Cristo. Esta conexión nos recuerda que la justicia divina no es simplemente un concepto abstracto, sino una realidad viviente que se manifiesta en la obra redentora de Cristo y en la experiencia de salvación de los creyentes.

En resumen, la afirmación de Pablo sobre la revelación de la Dikaiosune de Dios en el Evangelio nos invita a reflexionar sobre la relación entre la justicia divina y la obra redentora de Cristo. Esta conexión nos recuerda la centralidad de la justicia de Dios en el mensaje cristiano y su importancia para la experiencia de salvación de los creyentes.

 

CONCLUSIONES

En conclusión, el análisis detallado de la palabra "Dike" en el Nuevo Testamento y su comparación con "Dikaiosune" en la cosmovisión hebrea arroja luz sobre la compleja relación entre la justicia divina y la naturaleza de Dios. A través de la lente de la mitología griega, "Dike" se asocia con la venganza divina y la retribución contra aquellos que violan las leyes cósmicas, mientras que, en la Septuaginta, su papel se extiende a la retribución divina contra los enemigos del pueblo del Señor.

Por otro lado, "Dikaiosune", especialmente en la cosmovisión hebrea, se convierte en una expresión de la esencia misma de Dios, que abarca no solo la rectitud y la justicia, sino también la misericordia y la fidelidad. Esta visión contrasta con la representación de "Dike" en la mitología griega, donde la figura se limita principalmente a la ejecución de los juicios divinos sin considerar la misericordia o la fidelidad.

En este contexto, la superioridad de "Dikaiosune" como concepto teológico en las Escrituras hebreas es evidente, ya que se presenta como una fuerza protectora que actúa en favor de los justos y preserva al pueblo de Dios de la ira divina. Esta distinción resalta la comprensión más completa de la esencia divina en la tradición hebrea, donde la justicia se entrelaza con la misericordia y la fidelidad para revelar la naturaleza amorosa de Dios.

Finalmente, la conexión entre la Dikaiosune de Dios y la obra redentora de Cristo en el Evangelio subraya la importancia de la justicia divina en el mensaje cristiano. La revelación de la Dikaiosune de Dios en la resurrección de Cristo nos recuerda que la justicia divina no es solo un concepto abstracto, sino una realidad viviente que se manifiesta en la salvación de los creyentes. En última instancia, la comprensión de la Dikaiosune de Dios en el Evangelio nos invita a reflexionar sobre la relación entre la justicia divina y la obra redentora de Cristo, destacando la centralidad de la justicia de Dios en el mensaje cristiano y su importancia para la experiencia de salvación de los creyentes.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Progresismo y el Amor: Entre el Progresismo Evangélico y la Cosmovisión Bíblica

Sacrificios por el Pecado (Hatta't)

La Redención a través de la Gracia: Reflexiones sobre Romanos 3:23-26