Para Entender a Pablo...
Para comprender el pensamiento del apóstol Pablo, es crucial entender Romanos 1:17, donde destacaremos: "Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela". Aunque el versículo continúa, enfoquémonos en estas palabras específicas.
* Si no comprendes la importancia del evangelio para Pablo, no podrás entender su mensaje.
Entonces, ¿qué significa el evangelio? A menudo, se explica que su núcleo es la salvación del hombre, pero esto es inexacto. El evangelio se centra en una persona: Cristo.
Otro concepto erróneo común es que el evangelio se reduce a
la muerte de Cristo por nuestros pecados, pero esta afirmación es solo la mitad
de la verdad. Quedarse solo con esa parte también es incorrecto. La verdad
completa es que el Evangelio proclama que Jesús es el Cristo, quien murió por
nuestros pecados y resucitó, todo conforme a las Escrituras.
¿Cuál es mi punto con esto?
Al afirmar que Jesús es el Cristo, estoy declarando que él
es el Soberano, el Rey de reyes y el Señor de señores. Él es aquel que murió y
resucitó de acuerdo con las Escrituras, sacrificándose por nuestros pecados,
como lo indica Romanos 4:25, resucitando para nuestra justificación.
Esta es la primera clave para entender al apóstol Pablo:
comprender el evangelio, que se resume en la muerte y resurrección de Cristo
según las Escrituras, reconociéndolo como el Rey.
* Si no comprendes la importancia de la Justicia de Dios para Pablo, no podrás entender su mensaje.
La segunda clave radica en comprender el significado de la
palabra "justicia". En inglés, existen dos palabras que se traducen
como "justicia" en español. Una de ellas es "Justice",
relacionada con tribunales, juicios y el mundo legal que dicta condenas. Esta
palabra se entiende de manera similar en español.
La otra palabra en inglés es "righteousness". Esta se traduce de manera más cercana al español como "rectitud". Una persona recta es íntegra, actuando en coherencia con sus palabras y cumpliendo sus promesas.
En griego, la palabra utilizada en Romanos 1:17 para "justicia" es
"dikaiosune".
Dikaiosune se relaciona con la idea de establecer relaciones rectas, basadas en la integridad y la lealtad. Al referirme a dikaiosune, utilizo palabras como fidelidad, integridad, lealtad y rectitud, e incluso puedo considerarlas sinónimas según el contexto. Este sentido se refleja exactamente en Romanos 1:17.
A pesar de que en español se tradujo como "justicia", debió haber sido traducido como "rectitud".
La palabra griega dikaiosune cobra mayor comprensión cuando observamos las palabras hebreas que se traducen al griego como dikaiosune, y resulta sorprendente.
Entre las palabras hebreas traducidas al griego como
dikaiosune, encontramos la palabra hebrea "jesed", que significa
misericordia. En 12 ocasiones en la Septuaginta, la Biblia griega traducida
desde el hebreo alrededor del año 300 antes de Cristo: la palabra dikaiosune se
utilizó para traducir "jesed".
Asimismo, otra palabra hebrea que traduce como Dikaiosune es "emuná" (de donde viene nuestra palabra "Amén") y que se traduce al español o fidelidad, ocurre también unas 12 veces.
En
la Septuaginta, la palabra hebrea emuná se traduce al griego como dikaiosune en estas instancias.
La palabra "dikaiosune" se presenta en Romanos 1:17 al referirse a la justicia de Dios. En este contexto, la justicia divina, o "Emuná" en hebreo, puede interpretarse también como la fidelidad de Dios.
Es crucial comprender que "dikaiosune" se utiliza para traducir tanto la palabra hebrea "Emuna" (fidelidad en español) como "jesed" (que significa misericoordia en hebreo). Además, la palabra "Tsedaká", que se traduce más de 200 veces como "dikaisune" en griego.
Lo destaco nuevamente: "Dikaiosune" se emplea para
representar la fidelidad de Dios, traduciendo términos como "Emuna"
(fidelidad), Jesed" (misericordia en hebreo) y "Tsedaká" Rectitud) en hebreo, brindando una perspectiva más amplia de la riqueza
semántica que encierra esta palabra en Romanos 1:17.
La "Tsedaká" se refiere a la fidelidad en las
relaciones, especialmente aquellas que existen entre dos o más partes, como
padre e hijo, madre e hija, esposo y esposa. Implica una fidelidad y lealtad
mutua, así como un compromiso de pertenecencia que involucrala relación, y todo esto surge de la propia
relación. Esta idea fundamental de fidelidad implica cumplir con las promesas adquiridas al relacionarse y
actuar de acuerdo con la coherencia de la relación.
Este concepto de "Tsedaká" es esencial para
comprender lo que se intenta expresar con "dikaiosune". La rectitud,
entendida como la virtud de actuar correctamente y en armonía con la lealtad y la integridad que implica la relación, se alinea estrechamente con la fidelidad descrita por
"Tsedaká". Así, es argumentable que "dikaiosune" debería
haberse traducido más adecuadamente como rectitud en lugar de justicia,
especialmente en el contexto de Romanos 1:17. Este enfoque en la rectitud
destaca la idea de actuar en fidelidad y coherencia con la relación entre Dios
y los suyos.
Entonces, cuando el apóstol Pablo afirma que en
el evangelio, específicamente en la resurrección de Cristo de entre los
muertos, se revela la tierna fidelidad de Dios hacia la relación,
especialmente consigo mismo, es porque Dios había expresado sus palabras y las
cumplió con fidelidad. Dios demostró ser fiel y leal a su Palabra, actuando en
coherencia con lo que había prometido. Esta fidelidad se extiende no solo hacia
Si mismo, sino también hacia su pueblo.
Las promesas hechas en base al amor de Dios por sí mismo se dirigen a su pueblo, revelándose en la fidelidad divina evidenciada en la resurrección de Cristo entre los muertos.
Comprender estas dos ideas es clave para comprender el pensamiento de Pablo:
- Lo que implica el evangelio, es decir, la resurrección de
Cristo de entre los muertos y su establecimiento como Señor de Señores.
- La Righteousness o Rectitud de Dios, es decir, la
fidelidad de Dios hacia sí mismo y hacia su pueblo, sostenida por los propios
hombros divinos.
En conclusión, al resucitar Cristo, reveló la plenitud de la fidelidad de Dios. Esta revelación implica que también se manifestó la justicia de Dios, aunque es más preciso afirmar que la rectitud de Dios se evidenció en la resurrección de Cristo de entre los muertos. Es decir, la fidelidad de Dios, expresada de manera completa en este evento, revela no solo la coherencia con sus promesas, sino también la integridad y la rectitud en su actuar que es conforme a Su Ser.

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